Gómez Noya recuerda el Europeo del 2011 en Pontevedra como uno de los peores momentos de su carrera
Por Manu Otero
El Campeonato de Europa de triatlón que se celebró en junio del 2011 en Pontevedra es difícil de olvidar. La ciudad vestía sus mejores galas para disfrutar de uno de esos grandes eventos deportivos que tanto gustan en las orillas del Lérez y los triatletas locales, con Javier Gómez Noya a la cabeza, esperaban ansiosos la salida para disfrutar del ambiente y brindar a la afición un espectáculo memorable.
El pentacampeón del mundo aprovechó el parón por la cuarentena para participar en una charla emitida en directo por el canal de Instagram de la Federación Española de Triatlón en la que repasó su carrera, respondió preguntas de los fans y recordó aquella cita pontevedresa como "una de las peores experiencias" de su carrera deportiva. Todo se torció en el primer segmento de carrera cuando desde la misma línea de salida el británico Harry Wiltshere se pegó al deportista gallego para sabotear su carrera.
"Hubo una acción antideportiva, fue a por mí desde la salida", relata Gómez Noya. "Me llevó hacia el centro del río, me cerró contra las rocas, me hizo perder los nervios", detalló el triatleta haciendo referencia a un acoso retransmitido por televisión. "Se vieron muchas actitudes, pero hubo otras que no", recuerda todavía con enfado el deportista afincado en Pontevedra.
En la retina de los cientos de personas que se agolpaban en las gradas del paseo del Lérez, en la avenida de Buenos Aires, todavía está grabada a fuego aquella salida del agua en la que el británico, después de golpear reiteradamente a Gómez Noya durante la natación y con el firme propósito de favorecer a sus compatriotas, los hermanos Brownlee, y dejar descolgado al español, bloqueó la salida del ferrolano bajo los abucheos del público.
"Llegué a la última bolla séptmo y salí el 30 del agua", recuerda Gómez Noya, quien se había preparado a conciencia para estar entre los mejores en el segmento en el que su dominio es menos férreo. "De ahí no me saca nadie", llegó a decir el triatleta sobre qué habría ocurrido si la carrera se disputase en condiciones normales.
"Fue una pena porque era una carrera muy importante para mí por correr en casa, me hacía especial ilusión. Era un Europeo, aunque luego pude ganar cuatro", se consuela el pentacampeón mundial.
A pesar de lo ocurrido y de lo insalvable de la distancia con el grupo de cabeza, Gómez Noya intentó remontar. "En bici iba en el grupo perseguidor, pero Harry seguia por el medio. Luego corrí mal, me encontré fatal y estaba lejos de luchar por nada", concluye el deportista admitiendo que al final de la carrera se centró en terminar de la mejor manera posible.
Tras cruzar la línea de meta, los que conocen a Gómez Noya confiesan no haberlo visto tan alterado nunca, "el juez vino a hablar conmigo sobre lo que pasó en el agua y Harry fue sancionado seis meses por conducta antideportiva", narró el pontevedrés dando por zanjado aquel episodio.
Durante su charla, los fans también pudieron escuchar historias con finales más felices como la consecución de la medalla de plata en los Juegos de Londres después de una intensa pelea con uno de los Brownlee y lanzó un mensaje de optimismo de cara a la próxima cita olímpica a la que espera llegar con opciones de medalla a pesar de la suspensión por el coronavirus.
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