Los azules quieren que se declare nula la temporada y los blancos que se juegue lo que resta y que en caso de que sea imposible haya ascensos, pero no descensos.
La incertidumbre que pesa sobre el futuro de las competiciones deportivas suspendidas por el decreto del estado de alarma llevó a la Real Federación Española de Balonmano a enviar una encuesta a los clubes para conocer su opinión sobre qué hacer con la presente temporada. La predisposición a jugar a puerta cerrada durante los meses de junio y julio, qué hacer con ascensos y descensos en caso de que sea imposible volver a las canchas o fecha límite para retomar los partidos son las cuestiones que la federación trasladó a los clubes.
El líder de la División de Honor Plata, el Cisne, quiere concluir la liga aunque tenga que ser a puerta cerrada. Pero matizan, "estamos dispuestos a jugar en junio, pero no en julio y tampoco semanas con doble jornada", declara el presidente de la entidad, Santi Picallo. En la orilla de enfrente son más tajantes. "Suspender la liga y que se anule la competición, sin ascensos ni descensos", defiende en nombre del Teucro el miembro de la junta gestora José Ameijeiras.
Es en las consecuencias del parón en el punto en el que mayores diferencias hay entre las posturas de ambos clubes. El Cisne, que iba camino de lograr el ascenso y en vista de que volver a las canchas va a resultar complicado, pide "que haya ascensos pero no descensos, en Asobal no pondrán problemas por ampliar el número de equipos y así no se perjudica a otros clubes gallegos como Cangas, Porriño o incluso Teucro", sostiene Picallo.
La propuesta del Cisne pasa por competir todas las jornadas posibles hasta que concluya junio y organizar el último fin de semana la fase de ascenso para asignar las plazas de la próxima temporada en Asobal y División de Honor Plata. Con esta visión, desde la casa blanca entienden que el 23 de mayo sería la fecha límite para volver a competir.
"Quedaba mucho por jugar y mucho por decidir tanto por arriba como por abajo", contrapone Ameijeiras, quien recuerda que la situación variaría mucho en función de la jornada en la que se realice el corte para dar por finalizada la temporada, ya que desde la Federación les pregunta si tener en cuenta todo lo jugado o solo la primera vuelta de la liga.
Sin embargo, antes de que regresen los partidos, las plantillas necesitarán una intensa pretemporada. "Quince días son insuficientes, harían falta al menos seis semanas", añade Ameijeiras otro argumento a la tesis teucrista de anular la competición.
El Teucro, que fue de los primeros equipos del país en dejar clara su postura sobre el futuro de la liga, mantiene su posición porque entienden que "es imposible continuar, los contratos acaban el 30 de mayo, habría que planificar viajes... Lo mejor es mandar a la gente a sus casas y empezar a pensar en la próxima temporada que va a ser muy complicada a nivel económico", mantiene el directivo azul.
El malestar teucrista con los dirigentes federativos es evidente. "Esta propuesta llega tarde, el presidente ya dijo que quiere que haya ascensos y descensos, además la encuesta no es vinculante", lamenta el dirigente pontevedrés, que exige que se anteponga la salud de los jugadores por encima de todo.