La presión ejercida por los clubes y el incesante incremento de positivos por coronavirus en todo el país han hecho cambiar de opinión a la Real Federación Española de Fütbol. Si este martes el Consejo Superior de Deportes decretaba la disputa de los partidos de las competiciones profesionales y no profesionales de ámbito nacional e internacional a puerta cerrada, este miércoles es la RFEF la que amplía las restricciones y decide suspender al menos la disputa de las dos próximas jornadas de las competiciones de fútbol y fútbol sala no profesional.
Esta decisión, que debe ser ratificada esta tarde por la Comisión Delegada, afecta directamente al Pontevedra CF y al Poio Pescamar, clubes que ya habían expresado su deseo de suspender la competición por precaución y por no privar a sus aficionados de asistir a los partidos a apoyar a su equipo.
En el comunicado emitido por la Comisión de Seguimiento de la RFEF explican las razones de este drástico cambio de planes. "Debemos garantizar la homogeneidad de las competiciones de fútbol, la integridad y el necesario equilibrio competitivo. Dado que se ha constatado que existe imposibilidad real de disputar partidos de fútbol y desarrollar entrenamientos en determinadas ciudades (...) un conjunto de medidas entre las que se incluyen: que todos los partidos de las Competiciones de Fútbol y Fútbol Sala de Ámbito Estatal no profesionales quedarán suspendidas a partir de hoy mismo por el plazo de dos semanas".
Además, recomiendan a todas las federaciones territoriales que adopten la decisión que consideren más oportuna, aunque aconsejan la suspensión de todos los partidos durante el plazo de dos semanas.
Tan pronto como recibió la notificación de la RFEF, la Federación Galega de Fútbol acordó que "todas las competiciones autonómicas de fútbol, fútbol sala y fútbol gaélico también queda suspendida durante ese mismo plazo de dos semanas".
EL VESTUARIO GRANATE, PREOCUPADO POR EL VIRUS
Después del comunicado emitido por el Pontevedra en el que solicitaba la suspensión de los partidos, fue el propio capitán del primer equipo quien, en nombre de todo el vestuario, expresó la preocupación por el avance de la enfermedad. "En la vida lo que más importa es la salud. Nosotros no podemos arriesgar la salud de nadie. Ni la nuestra, ni la de la gente que trabaja durante el partido o que asiste al partido. Es de lógica, si no se puede disputar se suspende y se busca una solución", sostenía Edu Sousa, minutos antes del anuncio de la RFEF por el que se suspendían las dos próximas jornadas.
"Jugar a puerta cerrada no nos gusta. Primero porque es nuestro campo y porque la afición nos alienta y forma parte del espectáculo. Pero no podemos arriesgar que la gente se contagie por un evento deportivo", añadió el portero.
En este sentido, el capitán del Pontevedra reclama la adopción de medidas "porque es una enfermedad que se está poniendo seria. Entiendo que los clubes quieran que los partidos se suspendan y que sea prolongada hasta que todo se normalice un poco", argumenta.
No obstante, como portavoz del club asume que deben "acatar las decisiones de sus superiores. Si nos mandan jugar tendremos que jugar porque si no perdemos el partido", remata, al mismo tiempo que asegura la concentración de todo el equipo en la competición. "Somos capaces de diferenciar lo que es el coronavirus con lo que es entrenar. Estamos preparando el partido como si se fuese a jugar", concluyó.
Además, los hábitos del vestuario también están cambiando por esta epidemia. "Estamos todos sanos y concienciados con las medidas preventivas, de tener una higiene más estricta de lo normal", remató.