Llevaba desde el domingo en Pontevedra pero el fichaje de José García por el conjunto granate no se ha hecho oficial hasta este miércoles. El mediapunta, que llega cedido hasta final de temporada procedente del Extremadura después de poner punto y final a su estancia en el Atlético Baleares en el que prácticamente no contó con minutos, se entrenó ya a las órdenes de Pouso y al mismo ritmo que el resto de compañeros. "Espero involucrarme y estar con ellos al cien por cien y cada vez mejor", declaró sobre su adaptación.
Explicó García que los motivos por los que se dilató tanto su incorporación fue porque "no era simple porque no venía de un club, sino que dependíamos de otro y en estas fechas que hay tanto fichaje se ha liado un poco".
Una de las características que define el juego del navarro es su polivalencia. "De mediocampo hacia arriba puedo jugar en cualquier posición. Incluso el año pasado jugué un par de partidos de falso nueve, que no es muy habitual para mí. Por dentro es por donde más cómodo me siento", detalló.
El factor determinante para convencerlo de vestir la camiseta granate fue una conversación telefónica con el entrenador Carlos Pouso. "El mister me llamó y me convenció. Sabe como soy, espera que trabaje y que demuestre lo que él sabe que soy". Además, la imagen que ofreció el equipo en el choque contra el Atlético Baleares, "el estadio me gustó, la afición aprieta y cuatro cosas que hablé con el entrenador ya tenía ganas de venir aqui", añadió el mediapunta.
Aunque todavia tiene dos años de contrato con el club extremeño, José García no cierra la puerta a ampliar su vinculación con el Pontevedra más allá del 30 de junio. "Nunca se sabe", dijo. Para ello está dispuesto a demostrar su potencial a partir de este domingo. "Vengo de entrenar y también he trabajado por mi cuenta porque un jugador que no juega no está físicamente igual que los que están con el equipo. Pero físicamente estoy bien y con los partidos iré a mejor", asegura con convicción.
No es la especialidad del nuevo fichaje hacer goles, pero confía en aportar su granito de arena a la pobre capacidad realizadora del equipo. "Mi media de goles no es muy alta, pero he estado trabajando este año en ello. En Segunda B a casi todos los equipos les falta gol, tendremos que aplicarnos todos", afirma. A pesar de su juventud, el canterano de Osasuna tiene sobrada experiencia en la categoría de bronce del fútbol español. "Soy un sub 23 atípico porque llevo varios años en el futbol profesional. Eso te hace madurar antes, saber vivir mejor los partidos pero luego hay que demostrarl y tener la cabeza fría en momentos difíciles", remató