Partido decisivo para el futuro del Pontevedra el que se vivirá este domingo (17 horas) en Pasarón. El conjunto granate recibe al Getafe B, último clasificado, con la necesidad de sumar los tres puntos para cortar una racha de dos derrotas consecutivas que dejaron al equipo solo dos puntos por encima de los puestos de descenso.
"No es una final, pero sí un partido importante. Tenemos que romper esa dinámica negativa e intentar ganar, queremos tener otras sensaciones delante de nuestra gente y quedarnos con los tres puntos", declaró Luismi Areda en la previa del trascendental encuentro.
La presión por la necesidad de ganar es algo a lo que están acostumbrados los jugadores de la primera plantilla granate y el hecho de ser favorito por jugar contra el colista puede aumentar todavía más esa ansiedad. "Nosotros no vemos la clasificación, vemos por nosotros. Se da que ahora viene el Getafe que es el último, pero ahora mismo no estamos para fiarnos de nadie. Si salimos concentrados, sacaremos el partido adelante", asegura el técnico granate.
Del filial azulón, Luismi espera que salgan replegados para cazar al Pontevedra al contragolpe. "Es un equipo bien organizado defensivamente con jugadores rápidos arriba para salir a la contra y un delantero que aguanta bien el balón. Podemos ver la versión buena o la mala de ellos, dependiendo de lo que hagamos nosotros", subraya el preparador vigués.
En la convocatoria no estarán los lesionados Javi López, ni Alberto Campillo. Pero en la sesión de este viernes, Nacho López se retiró con molestias en uno de sus aductores y será duda hasta momentos antes de empezar el partido. "Esperemos que esté bien, sino juega otro compañero, hay dos por posición", comentó el entrenador.
El que no estará sobre el césped es el propio Luismi, sancionado con dos partidos por salir del área técnica después del tanto anulado a Romay en Valdebebas. "Es la primera vez que me pasa, lo viviré con más nervios que cuando estás en el banquillo porque desde arriba no podré hablar con los futbolistas", confiesa sin saber todavía desde qué punto del estadio vivirá el partido.
Está convencido Luismi de que su ausencia no afectará al rendimiento del equipo. "Confío en mi cuerpo técnico. Somo un equipo de trabajo y todos vamos con la misma idea, por eso me quedo más tranquilo. Pero me da rabia no estar abajo", asume.
Otro punto de interés el domingo será el estado del césped de Pasarón. Cada invierno, con la llegada de las lluvias, el campo se vuelve impracticable por los problemas de drenaje que acarrea desde el momento de su inauguración. "Ya estamos acostumbrados, sabemos que cuando viene la lluvia el campo sufre. Hay que adaptarse. Está bien mientras no se pise, luego se acaba poniendo como un barrizal", lamenta el granate.
El once que planteará Luismi para cortar la racha negativa es también una incógnita."Habrá matices para buscar soluciones y otros caminos que te lleven a ganar. No será una revolución", explica el preparador, que ya tiene la alineación en su cabeza. Sobre los cambios en el centro del campo, en el que solo Berrocal parece ser fijo en las alineaciones, detalla Luismi que "busco a los jugadores adecuados para cada tipo de partido. De ahí esos cambios", remata.