La odisea de empezar los partidos con el marcador en contra
Por Manu Otero
"Intensidad, fuertes, atentos". Son premisas que se escuchan en todos los túneles de vestuarios a cargo de cualquier integrante del once inicial de cualquier equipo. No importa la categoría. El primer tanto de un partido suele marcar el devenir del choque. Que se lo digan al Pontevedra, cuyos malos comienzos de tres de los ocho partidos de liga disputados privaron al equipo de Luismi Areda de luchar en igualdad de condiciones por los tres puntos.
El último episodio tuvo lugar el sábado en Vadebebas, donde los granates se vieron con dos tantos de desventaja en el primer cuarto de hora de juego. "Hay cosas que no se explican, tampoco lo de la semana pasada. La imagen no fue normal", reconoció el propio técnico granate al término del partido. La única justificación que pudo encontrar fue la de la presión. "A veces la tensión de venir aqui, de jugarte mucho porque vienes de perder en casa. El futbolista necesitaba que pasase un tiempo para soltar los nervios y esa tensión para poder jugar", expuso.
Pero no es la primera vez que el Pontevedra empieza el partido cuesta arriba. Pasó en la segunda jornada, en la visita a A Malata cuando en el minuto 8 de partido, los visitantes perdían por tres a cero. También en el último partido en Pasarón, cuando el filial atlético se adelantó pasado el minuto 10. Con el Sporting B, el Pontevedra también recibió un tanto en la primera parte y en Ibiza lo hizo en los compases finales del primer acto.
El lado positivo es que, salvo contra el Atlético B, "el equipo reaccionó", quiso destacar el preparador tras la segunda derrota consecutiva de los suyos. "A mitad de la primera parte el equipo ya dio otra imagen, fue capaz de tener más el balón. Los jugadores se soltaron y, como tenemos calidad para jugar al futbol, solo habia que soltarse, perder los nervios y la tensión", dijo sobre la reacción de los suyos en Madrid.
La reacción del equipo ante las adversidades es otro de los argumentos para la esperanza. El Pontevedra estuvo a punto de empatarle el partido al Castilla, fue capaz de ganar en Oviedo con dos jugadores menos, llegó a igualar la contienda en Ibiza, volteó el marcador en Pasarón frente al Sporting B e incluso fue el que mejor fútbol practicó en la debacle de Ferrol. "A pesar de encajar el equipo no se vino abajo, sacó genio, orgullo y carácter. Creamos ocasiones. Más no se puede pedir, este es el camino", remarcó Luismi después del último partido en el que solo una controvertida decisión del árbitro, al anular un gol de Romay en la última jugada por un dudoso fuera de juego, impidió a los granates rescatar un punto.
Menos optimista fue Pol Bueso, quien reconoció que "estuvimos espesos en los primeros minutos, no llegábamos a los balones y estábamos mal situados. Tenemos que ajustar esas cosas", aseguró el defensor. El mazazo de la goleada de la semana anterior afectó a la confianza del equipo en el comienzo del partido, reconoció el central, que valoró la reacción del equipo y lamentó no haber conseguido la igualada porque "hemos merecido el empate".
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