El Arosa, después de la derrota de la pasada semana ante el Estradense, viajó este domingo hasta la provincia coruñesa para medirse a As Pontes en su casa. Este último, por su parte, recibió a los pontevedreses con cuatro puntos en el bolsillo (en tres partidos) y una posición en la tabla que le augura una buena temporada.
Manu Táboas, Adrián, Coti, Pacheco, Trapero, Pedro, Javi Otero, Manu Rodríguez, Pedro Beda, Róber y Raúl fueron titulares por parte del conjunto arousano. Mientras que el míster local optó por Paco, Rivas, Dani, Álex, Pájaro, Gonzalo, Fidi, Quique, Pardo, Carlos y Cambón para los compases iniciales.
El choque comenzó de cara para los locales, que poco tardaron en adelantarse en el macador. Fue Carlos López quien, a escasos siete minutos del inicio, materializó un penalti, estableciendo, así, el 1-0, que lastró, durante buena parte del primer tiempo, a los de Rafa Sáez. A partir de ese momento, los arousanos, a pesar de tener mayor posesión de balón, eran incapaces de llegar arriba, lo que supuso que tardase el empate. Pero, finalmente, terminó por hacerlo. Pedro Beda consiguió, en los últimos minutos antes del descanso, responder e igualar el encuentro (1-1). Y aquí se abrió la veda. En escasos dos minutos la situación dio un giro de 180 grados. Raúl Martiñán, fue el responsable de, justo después de la acción anterior, lograr el 1-2 que mandaría a los suyos con ventaja al vestuario.
Con la reanudación, la dinámica fue distinta, al menos al principio. Los anfitriones aprovecharon unos minutos de despistes por parte de los arousanos y consiguieron, de nuevo, las tablas por medio del mismo hombre, Carlos López (2-2). Pero no quedaría ahí. Casi inmediatamente, Rober Fernández anotaría el 2-3, que volvería a poner a los de Sáez por delante. Sin embargo, una jugada desafortunada terminaría ocasionando, por un lado, la expulsión de Pacheco por doble amarilla, por lo que el Arosa se quedaba en inferioridad numérica, y, por otro, penalti a favor de los coruñeses. Carlos López se convirtió en la pesadilla de sus rivales y lo materializó en el marcador, estableciendo el 3-3. A partir de ahí, los dos equipos pelearon por quedarse, definitivamente, con los tres puntos y, tras 90 minutos de infarto en O Poblado, Pedro Beda hizo magia y marcó el gol de 3-4, terminando con una victoria doblemente dulce.