Respiran aliviados en el Marín Ence Peixe Galego tras la confirmación por parte de la Federación Española de Baloncesto de la inscripción del conjunto de A Raña en LEB Oro. Desde la directiva del conjunto morracense estaban seguros de que habían superado todos los trámites y reunido todos los requisitos para competir en la categoría que les corresponde por méritos deportivos, pero tras las complicaciones de los últimos años que llevaron al club a liga EBA prefirieron ser cautos. "No queríamos ningún sobresalto, fuimos con cautela", explica el miembro de la junta directiva, Toño Casal.
Los dieciocho equipos que se ganaron el derecho a competir en LEB Oro cumplieron los requisitos y finalemente no ha habido ninguna sorpresa en forma de renuncia o exclusión. Donde sí hubo cambios es en la categoría de la que procede el Peixe, que de no haber ascendido habría tenido que afrontar una temporada plagada de largos desplazamientos que habrían puesto la economía del club en apuros.
Con el aspecto administrativo solventado, es el momento de centrarse en la parcela deportiva. "Llevamos ya tiempo trabajando en ello, hay algo avanzado pero todavía no se puede contar. En los próximos días esperamos tener novedades", confiesa esperanzado Casal.
Lo único que está cerrado para la próxima temporada es la continuidad del entrenador Javi Llorente y su ayudante Diego Gómez, aunque esperan ampliar el cuerpo técnico de forma inmediata con un nuevo preparador que compagine su labor en el primer equipo con los equipos de la base. En lo referente a renovaciones, la extraordinaria temporada realizada por el equipo en LEB Plata que acabó con el ascenso a Oro ha revalorizado a todos los integrantes de la plantilla y muchos cuentan con ofertas de otros equipos. Aun así, la dirección deportiva confía en retener a algunos de ellos, con los que todavía están en negociaciones.
"Queremos hacer el equipo más competitivo posible pero sin hipotecar el futuro del club", subraya Casal, que asegura que lograr la permanencia sería un logro extraordinario. "Hay presupuestos muy altos, el siguiente más bajo después del nuestro nos duplica", ilustra el directivo. Pero el Peixe se guarda un as bajo la manga para completar una plantilla competitiva. "Podemos ofrecer un entorno más seguro", dice Casal para convencer a jóvenes con talento de apostar por el cuadro de A Raña, donde tendrán minutos y un entrenador capaz de sacar lo mejor de sus jugadores.
Otro ámbito en el que trabajan duro estos días es el económico. "Todavía seguimos esperando a las grandes empresas de alrededor para que nos dén un espaldarazo", comenta Casal con esperanza de firmar un importante contrato de patrocinio.
Algo que no se repetirá en comparación con el curso pasado es que a partir e ahora los jugadores tendrán que dedicarse a tiempo completo al equipo. "Necesitamos una plantilla de al menos diez jugadores", detalla Casal, dejando claro que este año los integrantes de la plantilla no podrán compaginar las sesiones de entrenamiento con otro trabajo.