Más cerca del sueño. El Pontevedra camina con paso firme derrotando con autoridad al Bouzas (3-1)
Por Ramiro Espiño & Diego Torrado
Pleno en los últimos cinco partidos de un Pontevedra que se consolida en puestos de play-off y esperará con tranquilidad los resultados de sus rivales para analizar sus opciones en las cuatro jornadas que restan. El equipo funciona, la afición se ha enganchado ¡por fin! con una asistencia cercana a la media entrada en Pasarón y se identifica con el juego que están desplegando los hombres de Luismi, que no sólo están ganando, si no que lo están haciendo con una superioridad absoluta sobre sus rivales.
El Rápido de Bouzas hizo lo que pudo, o lo que le dejó un Pontevedra mandón, con un único lunar, su falta de puntería para materializar el gran número de ocasiones de gol que, una jornada más, ha vuelto a crear. Romay, Javi Pazos y Borja Domínguez fueron los autores de los goles granates que acercan al Pontevedra y a su afición a un sueño.
Dos trayectorias magníficas en los últimos partidos e idénticas necesidades aunque con objetivos distintos se enfrentaban en Pasarón. El Pontevedra, aupado por primera vez a puestos de play-off tras vencer en sus cuatro partidos anteriores, y el Rápido de Bouzas protagonizando una remontada que pocos se atrevían a pronosticar para soñar con una permanencia casi imposible tras la primera vuelta, que llegaba tras conseguir 10 de los últimos 12 puntos en disputa (3 victorias y un empate).
Por si fuera poco, en el camino hacia sus objetivos, ambos rivales tienen en el horizonte unas cuatro jornadas finales de mucha exigencia, en la que los granates visitarán consecutivamente a dos equipos con el agua al cuello como Unión Adarve y Las Palmas Atlético, para terminar contra dos rivales directos como Atlético de Madrid B (en Pasarón) y Castilla (a domicilio), mientras que el Bouzas recibirá a un rival directo como Las Palmas Atlético, para visitar al Atlético de Madrid B, recibir al Castilla (ambos luchando por el ascenso) y terminar en Salamanca frente a un Unionistas que, previsiblemente, será el único rival con los deberes hechos.
Con estas premisas, el derbi anticipado a la jornada del fin de semana se presentaba como un partido de alto voltaje, con los nervios a flor de piel en ambos conjuntos y con mucho más que los habituales tres puntos en juego.
Pero pronto se vio que los granates no querían sustos. Pese a que el Bouzas salió con prudencia pero con ambición, sin renunciar a pisar campo contrario, los de Luismi si hicieron con el control del partido comenzando a generar ocasiones, una tras otra, pero también con su bajo porcentaje de acierto en la finalización, algo bastante habitual en los granates que tienen precisamente en su dificultad para finalizar las jugadas que crean su punto débil.
Velocidad en la circulación de balón, presión tras pérdida, ritmo asfixiante. Este Pontevedra "mastica" los partidos, sometiendo lentamente a sus rivales con un fútbol que parece crecer a medida que pasan las jornadas en este momento decisivo del campeonato.
Puestos a la tarea, los granates avisaron por primera vez con un disparo de Pedro Vázquez que se marchó fuera por poco y abrieron la lata muy pronto fruto de una excelente acción de laboratorio, con una falta en la que Borja Domínguez amagó para servir al espacio sobre el desdoblamiento de Pedro Vázquez. El extremo ganó la línea de fondo y puso un centro raso para Romay, que tras ver como Brais Pereiro rechazaba su primer disparo, aprovechó ese rechace para marcar a la segunda desde muy cerca.
Acusando el golpe y con un Pontevedra crecido, seguro de sus fuerzas, comenzó un acoso constante de los granates, que las tuvieron de todos los colores, especialmente en las botas de Javi Pazos. El delantero de Marín se plantó sólo, pero no fue capaz de resolver ante la salida de Brais, dejando un centro que Borja Domínguez estrelló en el larguero.
Nuevamente lo intentó el de Marín con un disparo envenenado que permitió lucirse al meta visitante desviando el balón a corner. El mismo Javi Pazos consiguió marcar a continuación, pero la acción fue invalidada justamente por fuera de juego.
Más clara sería incluso la siguiente, esta vez en las botas de Álvaro Bustos, que desbordó por dentro pero estrelló su disparo en el cuerpo de Brais Pereiro cuando ya se cantaba el gol.
Pero el fútbol es caprichoso y lo que no había conseguido el Pontevedra hasta entonces lo encontró justo después de que el Rápido pudiese empatar en su único remate verdaderamente peligroso, cuando Quico, de cabeza, mandó el balón al larguero. Así, del posible 1-1 se pasó en segundos al 2-0. Javi Pazos trabajó en la recuperación y robó el balón en la frontal a Quico para quedarse sólo y colocar su remate raso junto el poste, sin que esta vez pudiese evitarlo el meta vigués.
Antes del descanso pudo incluso llegar el tercero, como no, también en las botas de Javi Pazos. Su disparo se fue al lateral de la red.
Todo pareció quedar sentenciado cuando al poco de reanudarse el juego la fortuna se alió con el Pontevedra y con Borja Domínguez, que soltó un duro disparo desde la frontal. El balón rozó en Iago, cambiando la trayectoria, para dar en el poste y terminar en el fondo de la meta viguesa.
El 3-0 dio paso a una cierta relajación en las marcas de los locales, lo que aprovechó acto seguido el Bouzas para abrir una ventanita a sus esperanzas de una remontada heroica. Fue como consecuencia de una falta lateral lanzada por Carlitos, que Rodri peinó de cabeza ganando la acción a una zaga local que aún estaba festejando el gol anterior de los suyos.
Pero al Rápido de Bouzas no le dio para más. El Pontevedra puso el "modo control total" y de nuevo comenzó a acumular ocasiones desperdiciadas, tantas que con un poco más de puntería el resultado podría haber sido escandaloso. Si en el primer tiempo fue Javi Pazos el protagonista omnipresente, ahora era Álex González. El cántabro las tuvo de todos los colores. Una volea que se marchó fuera, un disparo cruzado que siguió el mismo camino y un remate, tras una gran acción colectiva, sólo ante el meta, que mandó a escasos centímetros del poste.
Entre ellas probó fortuna Kevin Presa, con un lanzamiento de falta desde la frontal que salió cerca de la cruceta. Y habría más, como una gran acción individual de Álvaro Bustos, que finalizó con disparo al poste. La superioridad del Pontevedra era total, aunque el Bouzas cayó con la cabeza alta. Los granates consolidan su puesto de privilegio y los vigueses dejaron mejor imagen que otros visitantes que llegaron a Pasarón mucho mejor clasificados, demostrando que pelearán hasta el final por la permanencia.
PONTEVEDRA C.F. (3): Edu; Nacho López, David Castro, Churre, Adrián León, Kevin Presa (Berrocal, minuto 71), Pedro Vázquez (Álex González, minuto 50), Borja Domínguez, Javi Pazos (Arruabarrena, minuto 64), Álvaro Bustos y Romay.
RÁPIDO DE BOUZAS (1): Brais Pereiro; Adrián, Coti, Quico, Iago, Armando (Clausí, minuto 71), Javi Sánchez (Duque, minuto 76), Toni Jou, Rodri, Carlitos (Víctor Calarge, minuto 64) y Diz.
Árbitro: Alberto Fuente Martín (Cantabria), auxiliado en las bandas por Ángel Ramos Cinos y Ricardo Álvarez Estrada. No mostró tarjetas.
Goles: (1-0) Minuto 12: Romay. (2-0) Minuto 34: Javi Pazos. (3-0) Minuto 54: Borja Domínguez. (3-1) Minuto 56: Rodri.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón. Unos 5.000 espectadores.
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