ÿltimo entrenamiento y vacaciones para la plantilla del Pontevedra
Por Ramiro Espiño
Cayó el telón. La plantilla del Pontevedra, su cuadro de jugadores, cuerpo técnico y empleados, echaron el cierre al curso futbolístico 2012/2013 con un distendido entrenamiento en Pasarón, seguido de una cena de confraternidad, antes de dar comienzo a sus vacaciones.
Entrenamiento suave, más un juego que otra cosa para abrir apetito y despedirse de los compañeros. Algunos de ellos posiblemente no coincidan la próxima temporada, serán rivales en otros equipos, pero la tarde del jueves era simplemente para divertirse y compartir unos minutos agradables, tanto que la "pachanguita" que disputaron permitió alegrías como que la fisioterapeuta, Nerea Videira, o Dani, el delegado del equipo, participasen por una vez del juego, e incluso que bajo los palos se situasen como improvisados porteros Iago Paz y Yago Vázquez.
Luego, ya en la intimidad del grupo, compartieron mesa y mantel en un restaurante de la carretera de Vigo, para seguidamente iniciar sus vacaciones, pendientes, eso sí, de las conversaciones que deben mantener todavía com Milo Abelleira, o con la persona que finalmente decida el club, para saber su futuro, conocer si interesan sus servicios para el próximo año y negociar su continuidad, o bien buscarse acomodo en otros lares.
El presidente solicitó a los jugadores que participasen en la ampliación de capital a pesar de adeudarles varias mensualidades a la mayoría
Claro que otro de los aspectos a resolver, y no precisamente el menos importante, es el apartado económico, ya que a todos los jugadores y empleados se les adeudan diferentes cantidades y varias mensualidades, algunos incluso del pasado año, por lo que esperan noticias del club para saber cuándo recibirán los pagos pendientes.
En ese sentido más de uno se vio sorprendido con la última "ocurrencia" que tuvieron que soportar al escuchar de boca del "todavía" presidente del Consejo de Administración no hace muchos días que, a pesar de los retrasos en los cobros, se atrevió a solicitarles privadamente a los jugadores que participasen en la ampliación de capital en curso, adquiriendo acciones del Pontevedra, petición que la mayoría recibió con el lógico estupor, ya que, por encima de no cobrar, Rodríguez Boullosa les estaba pidiendo que pusiesen dinero.