La gimnasia rítmica es un viaje exprés en el tiempo, así que Sabela Córdobacambió las punteras con poco más de veinte años por la botas. Recuerda que sus padres eran montañeros y que en alguna salida había participado, pero no ha sentido verdaderamente la llamada de la montaña hasta hace poco tiempo. Ahora forma parte del equipo de tecnificación de jóvenes alpinistas gallegos que impulsa la Federación Galega de Montañismo.
Habla en el Cara a cara de los primeros metros que escaló junto al Club Aromon Montañeiros Pontevedra; del aprendizaje que recibió con ellos y del compañerismo que se vive en esta disciplina deportiva.
Todavía es un deporte con predominio del hombre en su práctica, cuidado que ellas están ya pisando fuerte. De hecho se le iluminan los ojos cuando habla de Edurne Pasabán. Sabela representa además el rejuvenecimiento de este deporte de alto riesgo.
Dice en PontevedraViva Radio que el hecho de que la escalada se incluya en las Olimpiadas de 2020 va a ser un revulsivo para su práctica. Eso sí, también insiste: que nadie se tire al monte por las buenas, ante todo: 'sentidiño' y formación previa.