La Segoviana manda a la UVI a un mal Pontevedra (0-0)
Por Ramiro Espiño & Diego Torrado
Si los aficionados que presenciaron el partido frente al Valladolid B la jornada anterior pensaban que el juego del Pontevedra había tocado fondo y no podían ver nada peor, no sabían lo que les esperaba siete días más tarde. Frente a la Gimnástica Segoviana los granates rozaron el ridículo en los primeros 35 minutos y tampoco mejoraron en exceso posteriormente, elevando a siete el número de jornadas sin conocer la victoria.
Incluso pudo ser bastante peor, ya que si algún equipo mereció ganar ese fue la Gimnástica Segoviana, que estrelló dos remates en el poste en la misma jugada, fue mejor individual y sobre todo colectivamente, pero también mostró sus problemas a la hora del remate.
Sin fútbol, pero también sin intensidad competitiva, los de Luisito fueron una caricatura de equipo que sólo a impulsos aislados conseguían llegar tímidamente al área rival. Nerviosos como flanes en defensa, incapaces de dar dos pases con sentido, los locales deambulaban por el cesped a merced de una Segoviana que olió la sangre y salió decidida a sacar tajada del mal momento pontevedrés. Cierto que sus llegadas eran más bien tímidas, pero controlaban el partido y el juego, dando siempre la sensación de estar varias marchas por encima de un Pontevedra sin alma ni rumbo.
Baste decir que en los primeros cinco minutos el Pontevedra fue incapaz de traspasar la línea central del campo, a merced de una Segoviana ambiciosa, que forzó tres saques de esquina, pero dejó también claro sus problemas ante la portería. Esa inocencia rematadora salvó a los granates, que únicamente soportaron un peligroso disparo de Borja Plaza, salvado por Edu, con susto incluido por temerse una lesión del meta que afortunadamente quedó en nada.
Ni siquiera a Luisito le gustaba su equipo, como lo prueba el hecho de que a los 30 minutos realizase su primer cambio, dando entrada a Jimmy para intentar tapar la sangría por bandas que tantos problemas creaba. El cambio surtió efecto, pero por un corto plazo de tiempo. Durante poco más de cinco minutos los granates parecieron despertar y crearon sus únicos, aunque tímidos, acercamientos con relativo peligro, traducidos en un disparo de Añón, otro de Mouriño y un remate de cabeza de Etxániz, el más peligroso, a la salida de un corner.
Luego "vuelta la burra al trigo" como dice la expresión castiza. La Segoviana volvió a tomar el mando, para morir siempre con tímidos remates en la frontal que no crearon peligro y un último remate de Mouriño desde la frontal, ya en el añadido, flojo y sin peligro para despedir un primer tiempo entre "sonido de viento" de la grada y preocupación por la muy pobre imagen ofrecida.
Los comienzos del segundo tiempo parecieron devolver a un Pontevedra más intenso. Iván Martín, recién entrado en el campo, tuvo una doble oportunidad en el primer minuto, finalizada con una chilena que sacó bajo palos Borja Plaza. Fue un espejismo. Enseguida volvió el mal fútbol, o mejor dicho, la ausencia del mismo.
Y pudo ser peor. Dicho queda que si el Pontevedra no perdió fue por la inocencia rematadora del rival, una Segoviana que pudo poner la puntilla a los 55 minutos en un doble remate de Dani Arribas y Kike, que terminaron en los palos de la portería de Edu.
Luego casi nada. Quino tuvo una nueva ocasión culminada con disparo flojo que detuvo el meta local, y Añón vio como el árbitro le anulaba un gol tras corner botado por Prosi, por supuesta y dudosa falta al portero visitante.
Quedaba más de un cuarto de hora y los granates fueron incapaces de generar ni una sola oportunidad seria, viendo como se consumían los minutos entre el creciente enfado de los suyos con el equipo y con el propio entrenador, Luisito, al no entender la sustitución de Etxániz, máxime cuando la única solución aplicada era un fútbol directo, tras rústico como ineficaz.
Al señalar el árbitro el final, ni siquiera la megafonía, inusualmente alta haciendo sonar el himno del Pontevedra, fue incapaz de acallar las crecientes muestras de desagrado de una afición que no sólo da síntomas de descontento, sino también de preocupación tras sumar su séptima jornada consecutiva sin ganar.
PONTEVEDRA CF (0): Edu; Goldar, Álex González, Álex Fernández (Jimmy, minuto 32), Adrián León, Kevin Presa, Marcos Álvarez, Mouriño (Iván Martín, minuto 46), Etxániz (Berrocal, minuto 73), Prosi y Añón.
GIMNÁSTICA SEGOVIANA (0): Pablo; Borja Plaza, Rubén, Javi Marcos, Anel, Manu (Juan de la Mata, minuto 61), Kike (Asier Arranz, minuto 57), Fernán (Gómez, minuto 78), Dani Arribas, Dani Calleja y Quino.
Árbitro: David Gálvez Rascón (Madrid), auxiliado en las bandas por David Bernal Martín y Daniel Sánchez Meneses. Amonestó a Kevin Presa, Añón y Álex González, en el Pontevedra.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). De largo la peor entrada de la temporada con unos 1.500 espectadores.
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