Se encienden las alarmas en el Pontevedra juvenil que vuelve a pinchar en casa y no pasa del empate ante el CD Roces
Por Ramiro Espiño
Mal pintan las cosas para el Pontevedra juvenil de cara a su objetivo de salvar la categoría en la División de Honor. Cuarto partido en su feudo y cuarto empate consecutivo, en esta ocasión frente a uno de los rivales directos por la permanencia el conjunto gijonés del C.D. Roces. El resultado final de empate a dos goles hunde aún más a los pontevedreses en los puestos de descenso, al no haber logrado todavía ni una sóla victoria en esta temporada.
Pero con ser malo el resultado, peores han sido las sensaciones. Ni siquiera el concurso de Tomás y Buba, habitualmente con el primer equipo y que fueron alineados para intentar mejorar el rendimiento del conjunto, sirvió para que el Pontevedra dominase el partido, dando siempre la sensación de estar un poco a merced de lo que el rival podía hacer. Además, la posición de determinados jugadores como Emilio, que empezó pegado a la banda derecha para ir cambiando hasta acabar desnortado, resulta difícil de entender, máxime cuando el equipo adoleció en todo momento de un centro del campo consistente, además de una defensa excesivamente vulnerable.
Toque de atención igualmente para los dos "refuerzos", que vienen actuando con el primer equipo y que no dejaron en ningún momento la sensación de estar por encima de sus compañeros. Lo cierto es que los granates apenas tiraron a gol ni crearon peligro más que en los minutos finales y aún entonces, más por corazón que por juego.
El equipo local fue siempre a remolque en el marcador y dejó ver una alarmante debilidad defensiva
Los asturianos fueron siempre por delante, marcando el ritmo sin agobios, e incluso pudieron sentenciar cuando con el marcador favorable 1-2 dispusieron de una ocasión clamorosa para hacer el tercero, pero Fran estrelló el balón en el cuerpo de Lucas. El Pontevedra, que había empatado en la primera parte en su único disparo a puerta, eso sí, precioso, por medio de Kike, lograba la igualada definitiva al rematar de cabeza Marou a la salida de un corner. Entre medias, nada de nada. De este Pontevedra al de la temporada pasada va un verdadero abismo, no sólo en juego, si no también (y eso es aún más preocupante) en trabajo colectivo, técnico y táctico.
Hay tiempo, pero convendría no olvidar lo que costó llegar a la División de Honor juvenil y lo importante que es para el club y para la formación de jugadores conseguir la permanencia.
PONTEVEDRA, C.F.: Lucas; Dani, Marou, Yago, Javi; Jaime (Nico, min. 68), Tomás (Joni, min. 82); Emilio, Pibe, Kike (Dani Muradás, min. 72); Buba (Cristian, min. 85).
C.D. ROCES: Oleg; Cristian, Diego, Pablo, Celorio; Lastra (Mario, min. 62), Berto; Fran (Teté, min. 84), Omar, Borja; Allyson (Wilmer, min. 72).
Árbitro: Antonio Loira (Pontevedra). Expulsó por doble amonestación a Marou (min. 86). Amonestó a Pibe y Borja.
Goles: (0-1) Minuto 9: Allyson. (1-1) Minuto 11: Kike. (1-2) Minuto 68: Cristian. (2-2) Minuto 76: Marou.
Incidencias: Sintético de A Xunqueira. Alrededor de 150 espectadores.