La fiesta de los campeones queda rubricada con triunfo del Teucro sobre Handbol Bordils (26-20)
Por Ramiro Espiño & Alba Sotelo
Fue la merecida fiesta de un ascenso a la máxima categoría que sabe a gloria a afición, jugadores y club. El Teucro despidió la temporada de su retorno a la Liga Asobal con una tarde-noche para el recuerdo. Los seguidores teucristas recibieron al conjunto catalán con una cerrada ovación, agradeciendo su victoria sobre Palma del Río en la jornada anterior, que hizo posible la consecución anticipada del título, y estos hicieron el protocolario pasillo de honor a los campeones.
Nadie se lo quiso perder y hubo actos para que nada faltase, antes y a la conclusión del partido. Lo que pasó en medio, es decir el propio partido, fue una constante celebración, en la que todo se daba por bueno, porque después de tantas jornadas de sufrimiento justo era poder asistir a 60 minutos de juego lejos de tensiones o preocupaciones.
Y a ello se entregaron ambos equipos, a disfrutar. Los teucristas de su ascenso y los catalanes de una permanencia que para ellos equivale casi a lo mismo. Eso sí, ninguno regaló nada, pero la lógica que separa a ambos en la clasificación terminó por imponerse y el Teucro se despidió de la División de Honor Plata con un agradable sabor de boca.
Poco más se puede decir de un partido en el que los únicos que desentonaron fueron los componentes de la pareja arbitral, lejos del nivel exigible para esta categoría y que si no tuvieron grandes problemas fue porque la ocasión no estaba para conflictos ni para enturbiar el festejo.
El Teucro pudo romper el partido ya muy pronto cuando se escapó de tres (8-5), pero la falta de tensión y continuidad en sus acciones permitieron a los catalanes neutralizar y llegar al descanso sólo un gol por debajo (12-11).
Lloria había suplido con su buen hacer bajo palos los numerosos errores tanto defensivos como de ataque, consecuencia de lo poco que estaba en juego y los comienzos de la segunda parte no mejoraron el decorado. Los catalanes incluso se permitieron llevar la iniciativa con mínimas ventajas, frente a un Teucro que jugaba a impulsos pero no defendía y el rosario de cambios no ayudaba demasiado.
Hasta que Quique Domínguez pidió tiempo muerto (17-18). Quedaban 18 minutos. Quintas empataba y Dani Hernández devolvía la ventaja al bando local. Ni siquiera la pareja arbitral, que recibió los únicos silbidos de la noche cuando excluyeron al técnico azul encadenando error tras error, pudieron impedir que un Teucro decidido por fin a defender se fuese a conquistar un triunfo con el que premiar a su afición en esta despedida liguera. Tremendo parcial de 9-1, con los visitantes anotando un sólo gol en 17 minutos, y asunto resuelto.
La próxima parada la realizará el club teucrista en la máxima categoría del balonmano español.
SD TEUCRO (26): García Lloria; Quintas (2), Iván Fernández (3), Román Pedreira (2), Sergio Altirriba (1), Dani Hernández (4, 2 de penalti), Iglesias (6) -siete inicial-, Javi Santana (p.s.); García Pichel, Óscar Silva (1), Borja Méndez (1), Samu Gómez (1), Carlos García (5, 3 de penalyi), Saúl Campo, José Manuel Rial y Alberto Garrido.
HANDBOL BORDILS (20): Jordi González; Farreróns (1), Sergi Mach (1), Marc Prat (4), Dalmau (5), Jairo Montes (2), Josep Reixach (3, 2 de penalti) -siete inicial-, David Mach (p.s.); Francesc Reixach, Arnau Palahí (3), David Maso, Joan Vilanova, Ignacio Moreno (1), Ferrán Pon y Mario Martínez.
Árbitros: Bernardino Fernández García y Raúl Rodríguez Díaz (Madrid). Excluyeron dos minutos a Quintas (2), José Manuel Rial (2), García Pichel, Román Pedreira y al entrenador Quique Domínguez, por el Teucro, y a Sergi Mach, Ferrán Pon y Marc Prat, por Handbol Bordils.
Marcador (cada cinco minutos): 1-1, 3-4, 6-5, 8-6, 10-9, 12-11 (descanso), 14-13, 17-17, 18-18, 21-19, 25-19 y 26-20 (final).
Incidencias: Pabellón Municipal de los Deportes (Pontevedra). Unos 1.500 espectadores. El club instaló una carpa en el acceso al Pabellón en la que todos los seguidores con entrada o abono fueron invitados a refrescos, cerveza, bocadillos, además de empanada y bica de la panadería A Devesa. La carpa estuvo abierta desde las 19:00 horas hasta el comienzo del partido, a las 20:30 horas. Posteriormente, a la conclusión del partido, tuvo lugar un vistoso acto iluminando todo el recinto con el color azul del club, para dar paso a la proyección de un vídeo en el que se recogían los mejores momentos de la temporada.
Tras dicha proyección, los jugadores fueron saltando a la pista para recoger la medalla de campeones, lo mismo que el cuerpo técnico, dirigiéndose al público en nombre de todos el capitán Carlos García, el entrenador, Quique Domínguez y el presidente Carlos García Alén, para finalizar con la entrega de la copa de campeones, que en nombre de la Federación Española de Balonmano realizaron el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores y el presidente de la Federación Gallega de Balonmano, José Luis Pérez Ouro.
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