Jugando a que no se juegue. Esa fue la propuesta de un Izarra que vino exclusivamente a defenderse, pero se encontró con un Pontevedra serio y eficaz, que además tuvo paciencia hasta conseguir derribar el muro navarro. Los granates no dieron opción a un rival que ni cuando se vio con el marcador en contra abrió líneas, e incluso mereció algún gol más, en una victoria trabajada y merecida.
Dos no se pelean si uno no quiere. El Izarra no quiso y el Pontevedra sufrió para abrir la lata. Porque los visitantes salieron a justificar su bien ganada fama de equipo rocoso, complicado de batir. Con una propuesta netamente defensiva que les llevó no ya a defender con todo, sino también a no mirar siquiera el área rival, que no llegaron a pisar en todo el partido.
Con dos líneas defensivas muy juntas, dispuestos en un 5-4-1 que dejaba como una isla a su hombre punta, Isaac, para ver si él sólo conseguía el milagro de inquietar a Edu, el Izarra se afanaba en tapar todas las vías que conducían hasta Aitor, planteando un partido feo en lo futbolístico, pero práctico en su ejecución. Agarrados a la posibilidad de una contra aislada o un error local que no se produjo, los visitantes lograron a medias su objetivo hasta bien cerca del descanso, que no era otro que el Pontevedra apenas dispusiese de ocasiones de peligro.
Los granates comenzaron bien, llegando especialmente por la banda de un activo David Añón, pero sin lograr superar casi nunca las ayudas defensivas de la nutrida zaga visitante. Un par de centros laterales que remató con escasas posibilidades Mario Barco y poco más, pese a hacerse dueños del balón casi en exclusiva.
Pero los de Luisito cayeron en el error de querer llegar demasiado pronto, por la vía más corta, con envíos directos que no creaban problemas a la defensa rival. Y cuando intentaban combinar, el oficio navarro y la permisividad arbitral con el juego subterráneo y esas "pataditas" al tobillo del jugador que intentaba mover el balón, se encargaban de que los minutos fuesen pasando sin novedades.
Estaba claro que había que madurar el partido y al contrario, sin cometer errores defensivos. Eso lo hizo bien el equipo local, que en los minutos previos al descanso empezó a jugar con más paciencia hasta obtener fruto en una acción a balón parado, justo cuando el reloj había rebasado ya el tiempo del primer período. El Izarra cedió un saque de esquina que lanzado por Bonilla fue rematado por Capi en el segundo palo, mandando el balón al poste. El rechace fue para Portela, que desde cerca marcaba y hacía saltar el cerrojazo.
Tocaba mover ficha al Izarra. Lo hizo su técnico tras el descanso, pero pronto se vio que las dos sustituciones realizadas eran un simple "cambio de cromos" sin ningún tipo de variación táctica. Jacobo Trigo tiró de galones en el centro del campo y el Pontevedra incrementó su dominio, que llegó a ser abrumador sin encontrar respuesta visitante.
Precisamente Jacobo Trigo puso un excelente balón en la cabeza de Mouriño (minuto 51), pero el remate se fue arriba. Luego probaría David Añón, desviado.
Los granates llamaban a la puerta del gol cada vez con más insistencia y encontraron el premio a su esfuerzo en una gran jugada que nace en un perfecto control orientado de Álex González que gana la línea de fondo y pone un centro perfecto para que Mario Barco se anticipe de cabeza, logrando el segundo y la sentencia.
Ni con todo perdido el Izarra fue ambicioso. Tampoco mostró el más mínimo peligro, terminando el partido sin disparar a puerta. Incluso el Pontevedra, que mereció más goles, pudo hacer el tercero en los últimos minutos, cuando Álex González remató de cabeza de cerca, pero respondió el portero visitante Aitor, mandando el balón a corner.
PONTEVEDRA CF (2): Edu; Miguel, Portela, Capi, Bonilla; Portela, Kevin Presa; David Añón, Mouriño (Abel, minuto 67), Jacobo (Álex González, minuto 73); y Mario Barco (Mateu, minuto 81).
CD IZARRA (0): Aitor; Eneko, Josetxo, Cabrera, Polaco, Cacho; Bruno (Joan, minuto 70), Sam, Briñol, Vilas (Deivid, minuto 46); e Isaac (Pito, minuto 46).
Árbitro: Fernando Román Román (Castilla-León), auxiliado en las bandas por Rubén Díez Díez y Enrique Monge del Dujo. Amonestó a Capi, por el Pontevedra, y a Deivid, Briñol y al entrenador Borja Jiménez, por el Izarra.
Goles: (1-0) Minuto 45: Portela. (2-0) Minuto 74: Mario Barco.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 2.000 espectadores.