CAB Pontevedra o la ilusión por hacerse un sitio en el panorama deportivo de la ciudad
Por Diego Espiño & Mónica Patxot
Empezó casi sin querer, pero el proyecto del Club Amigos do Baloncesto de Pontevedra (CAB) apunta al futuro con ilusión.
El proyecto liderado por Fernando Gallego y Mauricio Fernández nació el pasado verano después de que el primero, entrenador en el Baloncesto Estudiantes Pontevedra, abandonase el club por "discrepacias deportivas".
Ahora entrenan a cerca de 50 niños repartidos en cuatro equipos federados: dos alevines masculinos, un alevín femenino y un benjamín femenino.
Es el primer paso de un club que, con el apoyo fundamental que le prestan los padres de los jugadores, trabaja "con la expectativa para el año de doblar el número de equipos", reconoce Gallego.
Su idea es "ir creciendo con los chicos" para llegar a convertirse en una alternativa dentro del baloncesto local.
El principal problema para ello, reconocen, es la búsqueda de espacio y horas disponibles para entrenar en los pabellones de la ciudad, algo que por el momento se ha solucionado con las instalaciones de la Ciudad Infantil Príncipe Felipe.