Limpios de tarjetas para afrontar la fase de ascenso
Por Diego Espiño
Al contrario que lo que ocurría en temporadas pasadas, la lógica impera ahora en las bases de competición de Segunda B y Tercera División.
La normativa fijada a comienzo de curso establece que una vez finalizada la fase regular, todos los jugadores empezarán un nuevo ciclo de amonestaciones.
De este modo quedan sin efecto las tarjetas que acumulaban los futbolistas, una situación que favorece especialmente a Kevin Levis y Pablo González, que contaban ya con cuatro amarillas y se encontraban a una de la suspensión.
Ahora la fase de ascenso actúa como una nueva competición con un ciclo de amonestaciones que se reduce a tres tarjetas y en el que todos comienzan de cero.
Lo que sí se mantienen son las sanciones derivadas de la última jornada de la liga regular, pero en el caso del Pontevedra ningún jugador se encuentra castigado, al igual que en su primer rival por el ascenso, el Portugalete.
Así pues la única preocupación de Manu Fernández se centra en el estado de Luismi, que continúa con sus problemas en la rodilla y a pesar de que ha empezado este miércoles a incorporarse al trabajo de grupo es baja segura en el primer partido del play-off.
El delantero es el único integrante de la primera plantilla que no está a disposición del técnico granate en la fase decisiva de la tempotrada, después de una liga en la que las lesiones formaron parte del día a día del equipo.
En esta ocasión, pese al tropiezo en Dorneda, el Pontevedra llega al play-off en su mejor estado de la temporada y preparado para afrontar el reto de luchar por el ascenso.
Tras el descanso del martes el bloque lerezano se ejercitará durante el resto de la semana, incluído el sábado, para llegar en óptimas condiciones al encuentro del domingo en Pasarón.