El Pontevedra Club de Fútbol se ha puesto manos a la obra en la planificación de la próxima temporada, aunque sus primeros pasos se mantienen alejados de los focos y en medio del silencio institucional. Así, más de diez días después de su eliminación en la final por el ascenso, sigue sin resolverse una de las principales incógnitas, si Yago Iglesias seguirá siendo el entrenador granate.
Pero mientras ese punto no se aclara, desde los despachos del Estadio Municipal de Pasarón se avanza ya también mirando a un mercado al que debe acudir para reforzar la plantilla en puestos clave, intentando evitar en la medida de lo posible que haya jugadores que terminen actuando fuera de su posición natural, como sucedió en varios casos en el curso recién finalizado.
En este sentido el Pontevedra trabaja con la intención de incorporar este verano un mínimo de cinco o seis futbolistas, aunque la cifra puede variar en función de las renovaciones que se terminen concretando.
Por líneas la portería es la que muestra menos dudas, ya que tanto Edu Sousa como Manu Vizoso cuentan con un año más de contrato.
Mirando a la defensa por su parte, si se cierra la continuidad de Churre (su presencia en el vídeo promocional de la campaña de abonados puede dar una pista sobre su futuro) y Mario Gómez, la atención se centra en los laterales. Garay cuenta con contrato y su puesto específico es el de central. Para eso fue fichado el pasado verano, aunque terminó haciéndose fuerte en el costado defensivo. La continuidad de Ángel Bastos puede ser una solución para el lateral diestro, pero en el zurdo todo apunta al mercado tras un año en el que ni Zabaleta ni Hermelo acabaron jugando en esa posición, lo que propició que Álex González acabase siendo el titular en el puesto del 3. El capitán (también aparece en el vídeo promocional de la campaña de socios) puede actuar en defensa o ataque, pero otro lateral zurdo parece una necesidad.
En el centro del campo Samu Mayo y Dalisson cuentan con un año más de vinculación, mientras que la renovación de Yelko Pino pasa por ser una de las prioridades de la secretaría técnica. También Toño Calvo tiene su futuro en el aire, mientras que una posible salida de Borja Domínguez tras una liga con menor protagonismo del esperado genera la necesidad de uno o dos refuerzos en esta parcela.
Así pasa también en los extremos, con Chiqui como único asegurado en la plantilla. Más allá de definir el futuro de Guèye, alguna pieza más de banda ganar opciones y profundidad debería ser prioridad, sobre todo pensando en un costado diestro en el que ningún hombre ofensivo se terminó consolidando, dejando hueco a un reconvertido Bastos.
Por último en la delantera Charly está 'atado' un año más, mientras que Rufo concluye contrato. De continuar ambos, la opción aquí pasa por buscar un tercer ariete posiblemente en edad sub-23 que eleve la competencia y permita gestionar mejor el reparto de minutos de todos ellos.
Precisamente el mercado sub-23 se antoja como uno de los aspectos en los que habrá que hilar más fino, dada su dificultad. En la temporada recién finalizada, ningún canterano se terminó consolidando en la primera plantilla pese a la cercanía del filial estando en Tercera RFEF, y sólo Guèye aportó en el tramo final de la campaña llegando desde el segundo equipo. El senegalés, Manu Vizoso y unos casi inéditos Hermelo y Azael fueron los sub-23 que acabaron la liga en el primer equipo. Por ese motivo acertar con los menores de 23 años puede ser la clave para lograr una mayor amplitud en la plantilla.
Cabe recordar que la norma establece un máximo de 22 jugadores por equipo, de los que sólo 16 podrán ser mayores de 23 años. En este sentido, de los jugadores que cuentan con contrato en vigor seis de ellos ocupan ficha sénior, y sólo Manu Vizoso continúa siendo sub-23.