Después de que el Pontevedra Club de Fútbol se quedara sin ascenso, los jugadores están de acuerdo en que, por quien más les duele esta situación, es por los aficionados.
CHURRE
"Teníamos las esperanzas puestas en este partido. La gente que estuvo en Pasarón fue un plus a mayores e hicimos lo que estuvo en nuestras manos". Sin embargo, el quedarse sin ascenso "es un golpe muy duro, ahora es tiempo de desconectar y volver a apretar las tuercas el año que viene".
Explicó también que "el equipo no bajó los brazos. Por esta gente que llenó el campo teníamos que dar la cara e intentar remontar el partido por muy difícil que fuera, pero no pudo ser", lamentó. "Ojalá darle la temporada que viene la alegría que no fuimos capaz de darles".
ÁLEX GONZÁLEZ
"Queríamos dar una alegría a los aficionados, a nuestras familias. Lo hemos tenido en la mano y al final es jodido. Queríamos hacer feliz a mucha gente", lamentó tras el encuentro. "Llevo ocho años y es la vez que más gente hay aquí y duele".
En cuanto al encuentro, el capitán reconoció que estuvo en la línea que el disputado en el Villamarín. La primera parte es más loca y en la segunda sabíamos que venían a defender y salir en una contra. No hemos dejado de crecer, hemos tenido alguna ocasión y nos hemos quedado a un gol", reconoció. "Creo que el equipo ha dado la cara hasta el final".
YELKO PINO
Por su parte, Yelko reconoció que están "jodidos y hundidos, pero hoy si cabe estoy más orgulloso de pertenecer a este club. Es un momento duro, pero tenemos que pensar ya en el año que viene, en rehacernos y darle alegría a esta gente que nos ha venido a apoyar", afirmó.
Ahora, "Tenemos que mirar al futuro con optimismo. Hoy estamos todos hundidos, pero mañana tiene que ser un día nuevo".
Dijo también que cree que "este año en los partidos decisivos nos ha faltado la pizca de suerte para materializar las que hemos tenido" ya que "en momentos así necesitas esa fortuna que te haga marcar gol. Vamos a intentarlo el año que viene", subrayó.