La historia de "Caza al amanecer", el último cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau, contada por Pérez Reverte

Marín
12 de noviembre 2013

La presentación del cuadro se realizó en la institución castrense porque esta pieza se exhibirá en su pañol histórico, tras ser cedida en depósito por su autor, que para pintarla se documentó en la extensa biblioteca naval de Pérez Reverte. Fue en el transcurso de un acto de la Cátedra Almirante Álvarez Ossorio que promueve la Universidade de Vigo y en el que, entre otros, participó como padrino el periodista y escritor murciano

Arturo Pérez Reverte atendiendo a los medios de comunicación en la Escuela Naval
Arturo Pérez Reverte atendiendo a los medios de comunicación en la Escuela Naval / Escuela Naval Militar de Marín

Una goleta española logra romper el bloqueo naval que la flota británica había impuesto a mediados del siglo XVIII a la costa española tras la batalla de Trafalgar. Se llama Alexandra y su aventura se recrea a la entrada de la ría de Pontevedra. Es la historia que, narrada por el escritor Arturo Pérez Reverte, cuenta Caza al amanecer, el último cuadro del pintor realista Augusto Ferrer-Dalmau, que fue presentado este lunes en la Escuela Naval de Marín.

La presentación del cuadro se realizó en la institución castrense porque esta pieza se exhibirá en su pañol histórico, tras ser cedida en depósito por su autor, que para pintarla se documentó en la extensa biblioteca naval de Pérez Reverte. Fue en el transcurso de un acto de la Cátedra Almirante Álvarez Ossorio que promueve la Universidade de Vigo y en el que, entre otros, participó como padrino el periodista y escritor murciano.

Pérez Reverte recordó que el 21 de octubre de 1805, en el marco de la tercera coalición iniciada por Inglaterra, Austria, Rusia, Nápoles y Suecia para intentar derrocar a Napoleón Bonaparte, tuvo lugar a Batalla de Trafalgar. Una dura contienda naval en la que los ejércitos franceses y españoles, se enfrentaron a la armada británica liderada por el vicealmirante Horatio Nelson quien obtuvo finalmente la victoria.

Poco tiempo después de esta batalla, en la madrugada del día 2 al 3 de noviembre, la goleta Alexandra, que sirve como homenaje a todas las embarcaciones que vivieron episodios similares, intentaba regresar a puerto tras un largo viaje. Aunque tanto el capitán como la tripulación desconocían lo acontecido en Trafalgar, pronto se enteraron de la presencia de varias fragatas inglesas que podrían dificultar o incluso impedir su entrada en la ría de Pontevedra.

Así comienza la pequeña historia inspirada en el cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau. Continuando con el relato, el escritor explicó cómo el capitán de la goleta decidió poner rumbo a tierra bien entrada la noche sin contar con el viento a favor. Con las primeras luces del día, Alexandra fue rápidamente localizada por las fragatas inglesas. El capitán le ordenó a la tripulación poner rumbo hacia Pontevedra a sabiendas de que los ingleses no dispararían a la goleta ya que venía cargada de azúcar y de tabaco. Justo ese momento de máxima tensión es el que el autor plasma en la pieza.

Después de mucho cavilar, Arturo Pérez Reverte descubrió recientemente otro de los enigmas de esta goleta y de su aventura para llegar a puerto. Fijándose en la pintura, el novelista cayó en la cuenta de que para aumentar su velocidad, fue muy posible que el capitán les ordenara a sus hombres tirar por la borda los 10 cañones que llevaban en la cubierta, usados en la época como lastre para cuadrar el peso en este tipo de embarcaciones mercantiles. Dos horas después del momento que retrata Augusto Ferrer-Dalmau, la goleta estaba de nuevo en territorio gallego.