El Museo Arqueológico Nacional, situado en Madrid, acoge desde este miércoles la exposición Galaicos. Un pueblo entre dos mundos, una muestra impulsada por la Deputación de Pontevedra que busca poner en valor, de forma didáctica y explicativa, la importancia y sofisticación de la cultura galaica como uno de los puntos estratégicos de la prehistoria y historia antigua.
La exposición ha sido inaugurada por el ministro de Cultura, José Guirao, y la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva, que estuvieron acompañados por el director general de Bellas Artes, Román Fernández- Baca; el director del Museo Arqueológico Nacional, Andrés Carretero; o los alcaldes de Cuntis, Silleda, Vilagarcía o A Guarda.
Hasta el próximo mes de febrero, los visitantes comprobarán el carácter que tuvo la provincia de Pontevedra como bisagra entre el mundo mediterráneo y el atlántico y que convirtió a los galaicos en una de las arquitecturas de la Edad de Hierro más espectaculares y mejor conservadas de la Península Ibérica.
Los comisarios de la muestra, Rafael Rodríguez y Antoni Nicolau, configuraron la exposición a modo de viaje, iniciándose a través de un audiovisual que establece la conexión entre la cultura atlántica y a mediterránea a lo largo de la prehistoria y historia antigua.
El espacio expositivo se articula alrededor de cinco ámbitos cronológicos: Campesinos y guerreros. Edad del Bronce Final (1.500 -800 a.C.); Poblados fortificados de la primera Edad del Hierro (800-400 a.C.); El Atlántico se abre al Mediterráneo (400-19 a.C.); En la esfera de Roma: Gallaecia (siglos I-III) y la provincia de Gallaecia (finales del siglo IV-siglo VI).
A lo largo del recorrido, es posible ver 65 objetos arqueológicos, réplicas, imágenes y fotografías, así como 21 ilustraciones, textos y recursos audiovisuales. En concreto, hay dos audiovisuales, siete proyecciones asociadas a objetos del mundo atlántico y mediterráneo que aparecen en yacimientos galaicos, así como 24 vitrinas que ocupan 210 metros cuadrados de exposición.
Galaicos. Un pueblo entre dos mundospresenta piezas inéditas de las intervenciones arqueológicas en las que está trabajando la Deputación en colaboración con el Ministerio de Fomento y otras que nunca habían salido de los museos gallegos, entre ellos el de Pontevedra.
La Deputación de Pontevedra concibió la exposición de forma itinerante de tal modo que, desde Madrid, el punto de partida, viajará hasta el Mediterráneo, concretamente a Valencia, y también hasta el sur, a Jaén, para regresar finalmente al Museo de Pontevedra.
CARMELA SILVA, EMOCIONADA
La presidenta de la Deputación, que mostró sentirse "profundamente emocionada", destacó que con la muestra "todos podrán descubrir que éramos una sociedad abierta y muy creativa, y con una posición privilegiada, a cuatro días de navegación de Cádiz y de Cardiff, que nos situaba en el centro del intercambio comercial y cultural de la prehistoria y historia antigua".
Durante la rueda de prensa de presentación de la exposición Carmela Silva informó que, según establecen cronistas de las campañas romanas, Galicia era entonces conocida como una sociedad matriarcal y democrática y, en contra de los tópicos, no eran un pueblo poco desarrollado.
Sin embargo, "poco se dijo de nuestra posición estratégica como punto de entrada de mercancías, costumbres e ideas, como lugar de confluencia entre el mundo Atlántico y el Mediterráneo", indicó la presidenta. Precisamente esto, tal y como aseguró Silva, es lo que pretende esclarecer Galaicos. Un pueblo entre dos mundos.
Por su parte, el director general de Bellas Artes, Román Fernández- Baca, ensalzó que la exposición "es algo más que una muestra de objetos, es una muestra de fecundidad cultural, de paisajes, de patrimonio y emociones, en la que las personas son protagonistas".
También subrayó el valor de la exposición para poner de manifiesto la interconexión cultural entre el Mediterráneo y el Atlántico, "que traspasó la barrera del tiempo hasta hacerse presente hoy con Galaicos, una excelente oportunidad para compartir lo que nos une y admirar y reconocer lo que nos diferencia".