El topónimo tiene su lógica explicación. A Moureiraderiva de la "moira, sal moira", la salmuera, y de ahí a moureira. Históricamente el barrio tenía tres tramos. El primero; la de Arriba, desde el Puente del Burgo hasta las inmediaciones del puente de A Barca; A Moureira de A Barca y desde las Corbaceiras hasta la ribeira dos Peiraos (llegando hasta la actual Palamios). Luego quedó en A Moureira de Arriba y de Abajo.
Para José Benito García Iglesiashoy en día es una zona prácticamente perdida con contadísimas edificaciones o almacenes originarios. Paradojas... el barrio donde se conservaba la esencia del mar no ha podido conservarse a sí mismo.
"A Moureira ha sido muy maltratada. Era el arrabal de Pontevedra, no era una zona marginada. Inicialmente vivían las personas relacionadas con la actividades vinculadas al mar. Quedaba extramuros. A medida que escaseó la sardina, el barrio se fue degragadando y el Gremio de Mareantes perdió poder. En el burgo no le dieron mayor importancia. Sin embargo, toda la riqueza estaba ahí y la villa se resintió y perdió su potencial económico.", cuenta José Benito en PontevedraViva Radio.
En este Cara a cara hablamos de aquella Pontevedra que tuvo en la mar a su principal activo económico. Una tesitura que nos lleva también a reconsiderar algunos aspectos de la celebérrima Feira Franca. Y no sólo un sector potente, incluso un arte de pesca propio: la entallada, que explica perfectamente García Iglesias gracias al trabajo que ha realizado durante dos años previos a la edición de este libro.
En ese tiempo de trabajo de investigación su autor ha hablado con vecinos de A Moureira. Recuerda en "Donde la salmuera. La Moureira y sus gentes" a nombres como los Hermanos Nodales, Hermanos Pazó, familias arraigadas al barrio como "los panderetas" y a otros que aunque no residían allí, el ejercicio de su profesión sí los vinculó a aquel arrabal.