Una exposición itinerante que recoge el lado más íntimo del escritor ourensano Carlos Casares llega al edificio Sarmiento del Museo de Pontevedra promovido por la Fundación Carlos Casares con el apoyo de la Xunta de Galicia. La muestra permanecerá abierta hasta el 26 de noviembre.
Durante la presentación intervinieron el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo; el diputado provincial responsable de Cultura, Xosé Leal; la concejala del gobierno local de Pontevedra, Carme da Silva; Christian Casares, hijo del autor y la comisaria Chus Martínez. Todos ellos destacaron la importancia de un hombre que no solo destacó como escritor sino como gestor cultural, colaborador en prensa escrita o en su faceta política.
La muestra es un acercamiento transversal a la figura del escritor de 'Vento ferido' con 800 piezas de distinta naturaleza, según expuso Chus Martínez, en la que se pueden encontrar desde libros hasta fotografías, cartas o distintos materiales del archivo familiar del autor al que este año se dedicaba el Día das Letras Galegas. Explicó que la muestra se adapta perfectamente a las salas del Museo a través de un montaje especial en el que se combina todos aquellos elementos que interesaban al escritor recorriendo incluso ciencia y tecnología.
Christian Casares manifestó que estaba orgullos de que la exposición llegue a Pontevedra, ciudad en la que reside y donde dirige la delegación de La Voz de Galicia y a la que, admitió, estaba vinculado su padre con cuya figura se cruza todos los días al pasar ante el grupo escultórico de la plaza de San Xosé.
La muestra cuenta con un soporte audiovisual, además de diferentes paneles textuales explicativos sobre su vida y obra, que permite analizar la historia de Galicia durante las últimas décadas.
Carlos Casares fue miembro numerario de la Real Academia Galega (RAG) hasta su fallecimiento en el año 2002 y su trabajo como narrador le convierte en uno de los máximos referentes de la literatura gallega del siglo XX. Fue director de la editorial Galaxia y presidente del Consello da Cultura Galega entre 1996 y 2002.
Tras pasar por Pontevedra, esta muestra viajará a Lugo para finalmente instalarse permanentemente en Xinzo de Limia.