Encuentran restos de pescado de hace 1.700 años en el yacimiento romano de Adro Vello
Por Redacción
Un hallazgo único. Así califican los expertos los materiales que aparecieron en la reciente intervención arqueológica en el yacimiento romano de Adro Vello (O Grove). Restos de pescado de hace 1.700 años, notables por su dimensión y su estado de conservación, y huesos de hasta siete personas han aparecido durante esta investigación.
El trabajo, coordinado por Adolfo Fernández, docente e investigador del Grupo de Estudios en Arqueología, Antigüedad y Territorio de la Universidad de Vigo, y la docente e investigadora del Departamento de Zoología, Genética y Antropología Física de la USC Olalla López, fue desarrollado por siete investigadores de ambas universidades.
La intervención arqueológica, la primera que se realizaba en el yacimiento desde hace 17 años, se desarrolló a lo largo de una semana al amparo de un proyecto financiado por la Unión Europea que se centra en el conocimiento de la producción de la sal y las salazones en el noroeste peninsular durante la época romana.
Aunque a través de algunas notas se sabía de la existencia de restos de pescado en los pilos de Adro Vello, el trabajo desarrollado entre los días 19 a 27 de junio reveló a los investigadores lo que Adolfo Fernández calificó de "sorpresa".
Tras la limpieza de la vegetación que cubría el yacimiento, la retirada de una lápida y el vaciado de los rellenos que llenaban los cuatros pilos en los que se trabajó del yacimiento, comenzó la excavación del primero de ellos, donde se encontró en el fondo una gran cantidad de restos de pescado de 1.700 años de antigüedad.
"Parecía un pastel de masa de hojaldre de un grosor de entre cuatro y seis centímetros, muy compactado", explicó el arqueólogo, con los que se llenaron un total de 21 bolsas tamaño camiseta.
Los restos de ictiofauna encontrados, conformados por restos óseos, escamas y espinas permitirán realizar muchas investigaciones, además de sobre el tamaño y el número de individuos, sobre el tipo de especies e incluso su ADN y estudiar su evolución durante los últimos 1.700 años.
Restos de malacofauna, en especial ostras, y de otros moluscos asociados al consumo, completan los hallazgos localizados en los pilos, cuyos morteros también serán estudiados por investigadores de la Escuela de Ingeniería de Minas y de la Energía para conocer los detalles de su construcción.
Además de ser una factoría de salazón, Adro Vello también es una necrópolis muy importante, en la que, fruto del trabajo desarrollado durante esta intervención salieron a la luz restos óseos de siete personas, cuatro menores y tres adultos de diferentes épocas, que abarcan del siglo V o VI hasta el XVII.
Si se continúan los trabajos y siguen apareciendo restos humanos a este ritmo, Adro Vello podría confirmarse, según estos investigadores, como una de las necrópolis más grandes de Galicia.
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