Los siete "Festivais Rías Baixas" 2016 dejaron un impacto económico de más de 26 millones de euros para sus ayuntamientos y comarcas y reunieron a cerca de 200.000 personas, aumentando notablemente su asistencia respeto a las ediciones anteriores.
La sede de Turismo Rías Baixas acogió el cierre de estos eventos musicales en un acto al que asistieron la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva, acompañada por el diputado delegado de Turismo, Santos Héctor, así como las personas promotoras, organizadoras y patrocinadoras de cada uno de los siete festivales que conforman la marca #RíasBaixasFests y representantes de los gobiernos de las siete villas donde tuvieron lugar, esto es: Cultura Quente (Caldas de Reis), Atlantic Fest (A Illa de Arousa), PortAmérica (Nigrán), SinSal Son Estrella Galicia (la Isla de San Simón en Redondela), SonRías Baixas (Bueu), O Marisquiño (Vigo) y Revenidas (Vilagarcía de Arousa).
El acto fue amenizado por la banda pontevedresa de indie-pop La Casa de los Ingleses.
En el balance de estos festivales destacaron que varios de ellos registraron sus mejores cifras de asistencia de la historia, como O Marisquiño (130.000 personas), Revenidas (15.000) y el SonRías Baixas (16.500) y las ocupaciones hoteleras durante los días de sus celebraciones fueron de un 100% prácticamente en todas las ocasiones.
La presidenta, Carmela Silva, puso en valor "a quen ten as ideas" por asumir los riesgos y resaltó la labor de los ayuntamientos involucrados, "por mostrar el talento que hay en la provincia" reconociendo que "a Deputación soamente agarrouse a unha idea extraordinaria, o mérito desta institución foi o de mostrar a súa intelixencia ao apuntarse a esta gran idea".
Julio Gómez, responsable de SinSal, y Berta Domínguez, de SonRías Baixas, en representación de los siete festivales aseguraron que "hai que continuar nesta mesma liña, porque o mellor retorno que podemos dar á cidadanía é a profesionalización e o talento dos que podemos presumir".
Los distintos responsables municipales destacaron, por su parte, la importancia que tienen estos eventos para las pequeñas villas, y el éxito que supone contar con un proyecto único por su retorno tanto social como económico y de empleo. En este último caso, los festivales generaron más de 2.000 empleos directos.