Son las nueve de la mañana. Un centenar de personas, entre pacientes y emocionados, hacen cola hasta que llega su turno para subir al tren que les espera en el andén 13B de la estación de Vigo-Guixar.
- ¿Van ustedes a bordo del Atlántico Express?, pregunta el personal de Renfe.
- Sí, responden unánimes muchos de ellos.
- Llegaremos a Oporto en poco más de dos horas. Disfruten del viaje.
Todos suben al tren bajo la atenta mirada del alcalde de Vigo, Abel Caballero, que ha madrugado este sábado para despedir a la comitiva de las Rías Baixas, encabezada por la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva, que se trasladó hasta la ciudad lusa para presentar los Festivais Rías Baixas, una iniciativa que agrupa a siete de los festivales más conocidos de la provincia de Pontevedra.
Una iniciativa pionera como también lo fue este Atlántico Express. Porque el viaje entre Vigo y Oporto fue, en esta ocasión, muy diferente al que diariamente une las Rías Baixas con el norte de Portugal. Y todo gracias a la fusión entre gastronomía y música de la que disfrutaron unos pasajeros que apenas dejaron plazas libres en este convoy.
Tras abrir el apetito con un desayuno y unos suculentos bocados de mermelada de camelia, la flor más característica de las Rías Baixas, los primeros acordes comenzaron a sonar. Aunque para muchos resultó ser toda una sorpresa, el Atlántico Express se convirtió, tal y como estaba previsto, en un inusual escenario. Vagón tras vagón, la cálida voz de Su Garrido Pombo y el enérgico directo de Best Boy resonaron en el tren, un aperitivo de lo que estaba por llegar.
Ya en Oporto, la cita era en el local Maus Hábitos, un emblemático espacio, a medio camino entre un gastrobar y un centro socio-cultural, que lleva más de 25 años siendo una de las referencias del ocio y la cultura de esta ciudad portuguesa.
Allí, con una nutrida presencia de público portugués, los Festivais Rías Baixas protagonizaron su puesta de largo en el país vecino.
"Son una de las razones más importantes para visitar las Rías Baixas", destacó Carmela Silva en la presentación. "Pero hay más", añadió. Así, antes de detallar esta oferta cultural se proyectaron varias piezas audiovisuales que retrataron la amplia, variada y alternativa oferta turística que las Rías Baixas pueden ofrecer a sus visitantes.
Julio Gómez, como representante de los siete festivales que integran esta histórica colaboración -Cultura Quente, Atlantic Fest, Portamérica, Sinsal, SonRías Baixas, O Marisquiño y Revenidas-, apeló a la "identidad atlántica" que une Galicia y el norte de Portugal para que la colaboración cultural entre ambas regiones se mantenga en el tiempo y sea toda una referencia en el sur de Europa.
"Sería un fracaso si esto queda solo en un evento aislado y no somos capaces de seguir trabajando conjuntamente de cara al futuro", aseguró antes de ceder la palabra al vicecónsul de Portugal en Vigo, Manuel Carreira da Silva, que recién llegado al cargo ha destacado que "la vida en Galicia es como un festival contante" e invitó a sus compatriotas a acudir a estas siete citas culturales y musicales del verano en las Rías Baixas.
Son siete citas que "no hay que olvidar de marcar en la agenda", afirmó una Carmela Silva que se ha referido a estos festivales como un "punto de referencia" para las Rías Baixas "en el que hay que ahondar" porque traslada una imagen "vanguardista y moderna" de la provincia de Pontevedra, una región con una vida cultural "original y diversa".
La presidenta de la Deputación explicó que la música "une personas y también territorios", por lo que espera que estos siete festivales contribuyan a que "esto sea el inicio de muchos viajes entre las Rías Baixas y Oporto, y viceversa, entre Oporto y las Rías Baixas".