¿Cómo se prepara un concierto como el de Pablo Alborán?
Cuando uno llega a un concierto de un artista de primera fila apenas repara en su alrededor. La gente suele ir con tantas ganas de disfrutar de la actuación que no piensa en el esfuerzo técnico que requiere un evento de este tipo. Y el de Pablo Alborán en Pontevedra no se queda atrás. Decenas de personas trabajan desde hace meses para que todo esté a punto para que, a las diez de la noche de este viernes, el artista malagueño deleite a sus fans pontevedreses.
Todo el trabajo comenzó, en este caso, a finales del pasado año. La oficina de ‘management’ del artista se puso en contacto con Esmerarte. Estaba preparando la gira de Pablo Alborán y ofrecían un concierto en el sur de Galicia. Tras aceptar el caché del artista, la promotora se puso a buscar el mejor escenario. Y lo encontró en Pontevedra, en la explanada del Pazo da Cultura, un lugar donde eesta compañía nunca antes había organizado un recital de pago.
"Como tenemos muchos eventos, no tenemos demasiado tiempo como para estar seis meses pensando en Pablo Alborán", reconoce Anxo Bautista, técnico de Esmerarte que coordina los trabajos de montaje. Pero lo cierto es que, en los últimos meses, visitaron en varias ocasiones el recinto para realizar mediciones y ultimar el diseño de espacios. "Hay que organizarlo todo bastante bien, sobre todo lo relativo a los tiempos de montaje para que no te coja el toro".
Tras un estudio pormenorizado de la explanada, decidieron que el escenario se situaría al lado del Recinto Ferial, en el extremo más próximo a la avenida de Compostela. "Es un recinto sencillo, porque está en alto y los accesos del público están bastante definidos", explica Bautista, aunque a veces no siempre es así. El sol o el viento pueden provocar que se tenga que escorar a un lado, pero en este caso se podrá aprovechar toda la explanada del Pazo.
Allí se comenzó a montar, a primera hora del miércoles, el escenario al que se subirá el artista malagueño. Una impresionante plataforma de 24 metros que han traído hasta Pontevedra en tres trailers procedentes de uno de los últimos conciertos de la gira. "Estamos acostumbrados. Yo no tengo miedo que nos digan que vienen grandes camiones cargados de materiales", asegura el responsable de Esmerarte.
Nueve personas trabajan en su montaje, trabajos que este jueves se intensificaron al llegar la cubierta que se instalará encima y que protegerá al escenario en caso de lluvia. Son grandes piezas que se ensamblan en el suelo y se colocan con una grúa de grandes dimensiones. A partir de ahí, otras 30 personas -diez del propio equipo de Alborán- comenzarán a instalar los equipos de sonido y luces, que irán sobre grandes vigas. "Eso es lo último que se hace", dice.
"Estamos acostumbrados. Yo no tengo miedo que nos digan que vienen grandes camiones cargados de materiales", asegura el responsable de Esmerarte
Será un colosal esfuerzo que se completa con las otras "cuatro o cinco personas" que se encargarán de colocar todo el vallado -aunque en esta ocasión ayudan los muros altos del perímetro del Pazo-, las barras para el bar, el control de sonido o la zona reservada para discapacitados. No faltará detalle para que todo transcurra sin ningún tipo de contratiempo y de eso se encargará también el equipo de seguridad privada que vigilará el recinto.
Eso sí, estos trabajos no concluyen con el concierto. "Igual la gente piensa que al acabar el concierto esto desaparece, pero no. Hay que desmontarlo todo", señalan Anxo Bautista y su compañera Montse Miguélez. Y todo eso hay que planearlo previamente y coordinarlo, al igual que a su llegada, con los responsables del Pazo da Cultura, a quienes deben comunicar todos sus movimientos dentro de sus instalaciones.
LA COORDINACIÓN, EN MANOS DEL PAZO
Pero en un concierto de estas características también son muy importantes las cuestiones relativas a la coordinación y a la seguridad. Y ahí es donde entra, principalmente, la labor del Pazo da Cultura. La gerente, Pilar Portela, explica que el organismo no solo cede sus instalaciones, concede los permisos y supervisa todos los trabajos que se realizan de cara a este viernes, sino que "desde aquí coordinamos todos los servicios municipales".
Se esperan unas 8.000 personas en el concierto de Pablo Alborán y eso requiere un gran esfuerzo de los efectivos de la Policía Local, Protección Civil o incluso Bomberos, así como del servicio de limpieza viaria del Concello de Pontevedra. Y todo pasa por el Pazo. "Para nosotros es igual que sea gratuito o de pago el concierto, porque las condiciones son las mismas", afirma la gerente de las instalaciones pontevedresas.
Entre todos lograrán, sin duda, que la experiencia valga la pena. Ahora ya solo falta que también Pablo Alborán esté a la altura. Y visto el éxito de la gira Terral con la que llega a Pontevedra, eso está más que garantizado.
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