A pesar de la lluvia, Ponte Caldelas se convirtió por un día en capital gallega del arte rupestre con diversas actividades que tuvieron como eje fundamental el área arqueológica de Tourón. Fue la propuesta que trasladó a la villa el ciclo cultural Monumenta.
Los actos, muy condicionados por la adversidad climatológica, se iniciaron con una visita al centro de interpretación del arte rupestre existente en Tourón donde la técnica municipal María Regueira introdujo a los asistentes a esta actividad sobre los orígenes del asentamiento así como el medio de vida de los primeros habitantes de estas tierras.
A través de diversos paneles, María Regueira fue explicando al público las diversas técnicas empleadas por los habitantes prehistóricos de Tourón para hacer sus grabados así como las posibles interrelaciones de las figuras que representaban con los astros o el misterioso mundo de las creencias.
Posteriormente, los asistentes salieron hasta el exterior del aula de interpretación y el comisario de artes contemporáneas Ángel Cerviño trazó un paralelismo entre el arte rupestre prehistórico de los petroglifos de Tourón con los movimientos hippies o del pop art. que durante los años 60 y 70 bastaron en Norteamérica.
Finalmente, tomó la palabra el musicólogo Carlos Suárez que fue encargado de establecer una relación entre el arte y la música a través de instrumentos comunes de la época como los arcos de caza o el arpa eólica que, a causa del mal tiempo, no pudo ser activada durante la visita debido a la humedad existente en el ambiente.
Una vez terminadas estas exposiciones los asistentes se dirigieron al colegio Cordo Boullosa donde en el salón de actos asistieron al concierto de Leilía que estaba previsto que tuviese lugar en una explanada del área arqueológica de Tourón, pero la intensa lluvia obligó a cambiar el escenario natural por el centro educativo.
Leilía colleitou un éxito rotundo interpretando los temas más conocidos de su repertorio que fueron aplaudidos con intensidad por el numeroso público que abarrotó por completo el salón de actos del colegio Cordo Boullosa.
Tras finalizar el concierto, los amantes del arte rupestre realizaron una visita nocturna al parque arqueológico de la mano de los arqueólogos Santiago Vázquez Collazo y Pablo Martínez Alemparte, que explicaron la relación entre los grabados y las constelaciones y las estrellas del firmamento.