John Connor, DJ pontevedrés: "Internet para mí fue el 90% del éxito. Me ha dado la vida"
Por Alejandro Espiño
De día, es Jesús Fontanes, un diseñador gráfico de Lérez (Pontevedra). De noche, John Connor, uno de los DJ más prometedores del momento. El por qué de su nombre es la única pregunta para la que, asegura, tiene una respuesta. "Por Terminator", dice entre risas. "Cuando era pequeño vi la segunda parte de la película. Había una escena que era que el niño iba en la moto y les perseguía un camión. De música de fondo sonaban los Guns & Roses. Me acuerdo que dije: John Connor mola. Todos queríamos ir en esa moto con Terminator".
Su afición por los ordenadores es lo que le descubrió la música electrónica. A pesar de tocar ya en otros grupos, "quise hacer algo propio, sin influencias externas". De ahí empezó a componer pequeñas piezas hasta que, a principios de este año, editó su primer disco The Blood, The Sweat, The Tears (Dust&Bones, 2012). Su trabajo lo acaba de reeditar un sello madrileño, On Work, "en plan grande, subiéndolo a iTunes y más profesional". Ahora, su reto más inmediato es promocionarlo y conseguir presentarlo en directo por toda España.
Ahora empiezas a hacerte un nombre como DJ, pero tus inicios en el mundo de la música están muy alejados de la música electrónica...
Y no lo he dejado (sonríe). Aparte de este proyecto sigo tocando en grupos de rock convencional. Pero sí, empecé tocando la batería en diferentes grupos y ahí sigo, pero al final a un músico lo que le gusta es tocar cosas diferentes. Hacer siempre lo mismo sería muy aburrido.
Fue con uno de esos grupos, The Doorman, cuando comenzaste a tener tus primeros contactos con este estilo de música.
Eso fue un rollito muy pequeño en el tiempo, pero fue el primer proyecto en el que me puse en contacto muy directo con la música electrónica. Fue una pequeña maqueta que saqué con otro compañero y fue la primera vez que produje ese trabajo. Yo me encargué de todo lo que sonaba. Fue el punto de partida serio. Hasta ahí había hecho solo cosas de andar por casa.
Acabas de presentar tu primer trabajo como John Connor. Un disco que ha recibido muy buenas críticas de la prensa especializada. ¿Esperabas ese recibimiento?
"Cuando saqué el disco, no esperaba este éxito. Para mí ya fue una victoria que me dijeran de sacarlo"
Es algo que me sorprendió. Cuando lo saqué, no esperaba eso. Para mí ya fue una victoria que me dijeran de sacarlo. Creé el disco para tenerlo yo. Es ese momento en el que haces algo que te gusta, pero no sabes si a la gente le va a gustar. Empecé a ver que publicaciones especializadas y webs, gente que en teoría lleva mucho más tiempo que tú haciendo música electrónica, te dicen que le gusta lo que haces, fue toda una grata sorpresa.
El disco se llama The Blood, The Sweat, The Tears (Sangre, sudor y lágrimas). ¿Es una metáfora de lo que te ha costado llegar hasta aquí?
Un poco sí. Era un título que me gustaba, pero refleja que para conseguir una cosa que merece la pena, hay que trabajarlo mucho. Las cosas que llegan sin hacer nada, no las saboreas igual. Para terminar este disco, he estado mucho más tiempo de lo que esperaba. He estado muchos meses. Fue un proceso bastante frustrante, porque a veces me quedaba en un punto muerto y volvía para atrás y parecía que no iba a terminar nunca. Y días que hacía cosas que me gustaban mucho y al día siguiente, no me gustaban nada. Cuando lo terminé sentí la sensación de que me había costado sangre, sudor y lágrimas.
Me da la sensación de que a esa percepción también ayuda que sean tan perfeccionista, como tú mismo reconoces
Sí, pero con todo, no solo con la acústica. Cuando producía hace años, lo primero que salía, me gustaba y ya está. No me paraba en ver si se podía mejorar. Ahora le doy mil vueltas a todo. Las cosas cambian de cuando estás ocho horas delante de un ordenador y te parece que está muy bien, porque ya no sabes lo que estás haciendo. Si lo escuchas un par de días después más relajado, ves las cosas más claras. Y ahí es donde ves si hacías bien las cosas.
"Estuve en un bucle del que no salía. Yo creo que la culpa son dos o tres canciones que me querían mal"
Con ese proceso creativo, ¿tardaste mucho tiempo en componer el disco?
En componerlo fue medio año, pero había canciones que de una tirada salían y me gustaban y otras que no las daba acabado. Quería incluirlas porque me gustaban, pero no era capaz de terminarlas. Estuve en un bucle del que no salía. Yo creo que la culpa son dos o tres canciones que me querían mal.
¿Cómo describirías este disco?
Realmente he hecho lo que me ha apetecido en cada momento. Como tampoco me gusta un estilo de música en concreto, no he hecho un disco de un estilo de música. El nexo de unión entre todo el disco es la música electrónica, pero dentro de ahí, hay baterías analógicas, guitarras hay un poco de todo. El resumen es ese, que todos los estilos de música que me gustan han acabado plasmados en el disco.
Lo que es indudable es que, para poder dar a conocer tu trabajo, la plataforma que Internet ofrece a los artistas electrónicos ha sido determinante
No creo que solo para la música electrónica. Internet te abre muchas más puertas de las que te puede cerrar. Es una puerta abierta en la que si tienes un mínimo de talento, no dependes de terceros. Tú mismo puedes llegar a muchos más sitios que antes. Antes mandabas las cintas de cassette a las discográficas y nunca llamaban. Ahora con Internet puedes llegar a gente y que te conozcan. Para mí ha sido el 90% del éxito. Me ha dado la vida.
¿Y para presentarlo en directo tenéis las mismas facilidades?
Pues pasa lo contrario que con Internet. Los clubes tienen las puertas cerradas a gente que no conocen. Hasta cierto punto es lógico. No deja de ser un negocio de alguien que tiene que pagar sus facturas. Arriesgarte por una persona, que aunque te guste su música, no sabes si la gente va a ir a verlo, es complicado. Apuestan más por artistas que ya saben que le van a llenar la sala o tener una buena entrada. Ese es el tira y afloja.
Ahora con el disco ya en la calle, ¿cuáles son tus perspectivas de futuro?
"Espero que pase una temporada sin grabar otra cosa. Lo que me apetece ahora es tocar"
Menos grabar un disco otra vez (se ríe). Espero que pase una temporada sin grabar otra cosa. Lo que me apetece es tocar. Presentar el disco e intentar, dentro de los límites que tenemos, darlo a conocer al mayor número de gente. E intentar presentarlo en directo, que tampoco es muy fácil tal y como están las cosas. Todo lo que venga, será bien recibido.
Y compaginarlo con tu trabajo, me imagino
Claro, aunque a veces no es fácil. Un diseñador gráfico pasa el día delante del ordenador y luego como músico, lo mismo. Aunque sea diferente, llegas a odiarlo. Como son dos cosas que te gustan, en el fondo lo llevas con calma. A veces te divorcias una temporada de la música y la dejas ahí. Del diseño gráfico no puedo, porque tienes que vivir. No te puedes librar.