123 civiles juran la bandera española entre niebla y lluvia en el acto de la Inmaculada de la Brilat
Por Diego Torrado & Anxo Lourido
El general Antonio Romero Losada se vio obligado a reducir el discurso que tenía preparado para lanzar a los 1.500 militares y al numeroso público que asistió a la primera parada de la Inmaculada que presidía el sustituto del general Cebrián Carbonell al frente de la Brigada Galicia VII.
No fue posible que el general leyera su explicación sobre el milagro de Empel, una escena que se remonta a la Guerra de los Ochenta Años, en 1585, cuando un Tercio del ejército español lograba derrotar a una flota de diez barcos de los rebeldes de los Países Bajos en medio de un frío intenso y de aguas heladas. Los católicos creen que la procesión primero del Santísimo y después de la hermandad de María Inmaculada de Belduque fue determinante para que el tiempo ayudase al ejército y pudieran avanzar sobre el hielo para atacar por sorpresa ante el ejército enemigo.
Este jueves 8 de diciembre, la devoción a la Inmaculada también dejó niebla, frío y lluvia en la base militar, obligando a recortar algunos momentos del evento. El general Romero Losada señalaba al término que su referencia histórica al 'Milagro de Empel' era para destacar el hecho de que el ejército español hiciera frente a las adversidades para intentar atacar al enemigo. "Ese es el espíritu de la Brilat", indicó para añadir que el batallón Zamora es el heredero de los tercios de Flandes.
En este sentido, el máximo mando de la Brigada Galicia VII indicó que el 2017 ha sido un año magnífico con las maniobras realizadas en Zaragoza en la que los soldados de la Brilat mostraron "la profesionalidad" y "la talla" que tendrán que ejercer en noviembre de 2018 en dos operaciones internacionales: Líbano y Mali. A la primera acudirán entre 500 y 600 militares, mientras que a la de Mali, todavía por definir, se calcula que intervendrán 200 soldados.
XURA DE BANDEIRA
El general mostró también su satisfacción porque en esta parada 123 ciudadanos civiles hayan jurado la bandera española. "Es un gesto simbólico pero dice mucho de la cultura de la defensa, que es de todos. No solo se defiende a España con las armas sino trabajando con seriedad" afirmó Antonio Romero añadiendo que "es una forma de expresarlo muy bonita".
En un año se duplicó el número de personas que han decidido jurar bandera en la Inmaculada. Sin embargo, el general no cree que esté relacionado con la situación política derivada del proceso de independencia en Cataluña.
Bernardino Villanueva tampoco relaciona su jura de bandera con el procés catalán que, sin embargo, sí considera "una vergüenza y un gasto que le hacen a los españoles". Este vecino de Cotobade destacaba, emocionado, que hacía 50 años que había hecho el servicio militar en la base y "me quedó eso en el cuerpo. No haberme quedado en la mili". Por eso decidió jurar bandera este año. "Para mí, la bandera es algo de mi vida", afirma y con su familia siguió el acto con entusiasmo: "Veo que existe un ejército, que tiene una disciplina, que está vivo y eso me da vida".
Por su parte, Ami Pedrosa, es una vecina de Cambados, que se enteró por Internet de que podía jurar bandera y se apuntó: "Siento orgullo y satisfacción de estar aquí como ciudadana española. Es un día importante para nosotros. Sentirnos españoles y unidos al ejército e identificados con la unidad de España. Es la pasión", asegura al mismo tiempo que rechaza que el conflicto catalán haya influido en su decisión de besar la bandera.
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