VIDEO.- Despiden a gritos de "asesino" a Arturo Domínguez, culpable del crimen de Arbo
El jurado lo ha tenido claro. Arturo Domínguez, único sospechoso por el doble crimen de Arbo, asesinó a su expareja y al novio de ésta. Lo hizo de forma "violenta e intencionada" y sin que ninguna de las dos víctimas pudieran reaccionar ni intentar defenderse debido al "inesperado y repentino" ataque que sufrieron.
Los familiares de las dos víctimas no pudieron reprimir las lágrimas tras conocer el veredicto de culpabilidad, liberando la tensión que han vivido durante la semana que ha durado el juicio. A la salida, todavía visiblemente emocionados, increparon a Arturo Domínguez a gritos de "asesino". Fue mientras la Guardia Civil lo introducía en un furgón para llevarlo de nuevo a la prisión de A Lama, en donde cumplirá su condena.
El contundente fallo del tribunal popular considera probado que la noche del crimen, el 3 de julio de 2015, Arturo siguió a la pareja hasta un lugar apartado, el conocido como monte da Telleira, y allí aprovechando su pericia como cazador "experto" efectuó dos disparos "certeros" en la cabeza a las dos víctimas con una de sus escopetas.
Tras matarlos abandonó el lugar de los hechos llevándose consigo el teléfono móvil de Beatriz que, horas después del crimen, se activó en la zona de Padrenda (Ourense), en donde vivía el acusado, según acredita el informe de la Guardia Civil sobre las antenas de telefonía, calificado por el jurado como "más convincente" que el aportado por la defensa.
Desde el asesinato de la pareja hasta que Arturo Domínguez fue detenido pasaron cerca de 21 horas, un tiempo que según el jurado fue "más que suficiente" para deshacerse del arma del crimen, que nunca fue hallada, y eliminar las pruebas que le pudieran vincular con las muertes.
El móvil fueron los celos. El jurado concluye que el acusado, tras la ruptura de su relación con Beatriz, mantenía un comportamiento "posesivo, controlador y violento" sobre ella, exigiendo que ambos retomaran la relación y sometiéndola a una vigilancia "permanente".
La víctima jamás denunció los episodios de malos tratos o las amenazas que recibía tanto ella como su novio, Sergio Domínguez, "por miedo a represalias", dando veracidad a la declaración de los testigos, entre ellos los familiares de las dos víctimas y amigos del propio acusado que le acompañaban en sus vigilancias a su expareja.
Después de conocer el veredicto, el fiscal ha pedido que Arturo Domínguez sea condenado a 46 años de prisión y ha solicitado que se le imponga el cumplimiento efectivo de la pena por un tiempo no inferior a los 40 años. Además, reclama que la sentencia le retire la patria potestad de la niña que tenía en común con Beatriz.
El fiscal también solicita que el autor del crimen no pueda acercarse a menos de 200 metros de los familiares de las dos víctimas ni comunicarse con ellos durante 33 años. Deberá indemnizar, según ha reclamado el ministerio público, con 300.000 euros a su hija por la muerte de su madre y con otros 475.000 euros en total para los padres y los cuatro hermanos de las dos víctimas
La acusación particular eleva la solicitud de pena a los 50 años de prisión, mientras que la defensa, a tenor del veredicto de culpabilidad del jurado, pide que se le impongan 35 años, 20 por la muerte de Beatriz y 15 por la de Sergio.
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