Un socorrista evita que un conductor ebrio circule en sentido contrario en el peaje de Vilaboa
Por Redacción
Un vecino de Mos, de 75 años de edad, circulaba por la autopista AP-9 en un Peugeot-206 durante la madrugada del domingo. Al llegar al peaje de Vilaboa se da cuenta de que se dirigía equivocadamente hacia A Coruña, cuando su intención era circular hacia Mos.
Y ni corto ni perezoso y a pesar de las advertencias del peajista da media vuelta a su turismo para deshacer el camino recorrido dirigiéndose hacia Vigo por el carril izquierdo y en sentido contrario a la circulación, según informa la Guardia Civil de Tráfico.
La escena provocó el asombro de los usuarios que en ese momento se encontraban en el peaje. En medio del estupor, uno de los usuarios que viajaba acompañado de su familia, consciente del peligro que suponía que el conductor de Mos circulase en sentido contrario, se bajó de su vehículo con intención de pararlo.
Por suerte, el hombre de 75 años giró con lentitud y torpeza su coche y, durante la maniobra, el usuario logró convencerlo para que regresase hacia las cabinas del peaje. A continuación, el hombre que puso en peligro su vida para parar al infractor, logró quitarle las llaves del vehículo y ponerse en contacto con el servicio de urgencias del 112-Galicia.
Agentes de la Guardia Civil se trasladaron hasta el peaje y, una vez allí, realizaron la prueba de alcoholemia al conductor de Mos. Los resultados mostraron que triplicaba la tasa de alcohol de aire espirado permitida. Por este motivo, el turismo quedó inmovilizado y el conductor, al que se le investigamente penalmente como supuesto autor de un delito contra la seguridad vial, quedó retenido hasta que pasó a recogerlo un familiar.
El héroe de la escena trabaja como coordinador del servicio de Salvamento y Socorrismo de las playas de A Coruña y, según la Guardia Civil, su actitud es el contrapunto a aquellos conductores que, a pesar de observar la gravedad de la situación, ni se detuvieron para prestar ayuda ni avisaron a la Guardia Civil ni a los servicios de emergencia.
Los responsables de la Guardia Civil elogian públicamente la conducta de este usuario que se bajó de su coche y sorteando el riesgo de ser atropellado por los demás vehículos que pasaban sin preocuparse por lo que estaba sucediendo. Además, señalan que se arriesgó hasta el extremo al oponerse a las intención de un conductor en estado de embriaguez, que pudo haber reaccionado de forma imprevisible.