Los Lannister, los Stark y alguna Khaleesi pasean ya por Pontevedra
Por Oskar Viéitez & Mónica Patxot
"Es Feira Franca en la Boa Vila", así lo anunciaron este viernes pregoneros a caballo. Los Lannister, los Stark y alguna Khaleesi pasean ya por Pontevedra en este viaje al siglo XV -es el número dieciocho- participado por toda una ciudad que se desarrolla en el primero fin de semana del mes de septiembre. Antes de que llegue el invierno.
Alrededor de 270 comidas y cenas en la calle de vecinos que recrean escenarios medievales hablan de la implicación de los pontevedreses de una cita que pone la guinda a las fiestas de verano en la capital del Lérez.
La hostelería también juega un papel fundamental en la ambientación, recreación y oferta de la Feira Franca: 135 establecimientos solicitaron autorización para sumergirse en la Pontevedra del siglo XV, un dato que muestra que el sector se consolida como un actor fundamental de esta fiesta. La oficina de la Feira Franca recibió también 120 solicitudes para instalar un puesto en los mercados de artesanía y alimentación.
El Consello Aberto de la Feira Franca acordó dedicar la edición de este año al bestiario. En las calles de Pontevedra se revivirán los bestiarios reales y mitológicos del medievo durante la noche de 1 de septiembre y toda la Feira Franca, que será el sábado, 2.
De hecho, las bestias ya tienen un especial protagonismo, que arranca todos los años con el desfile del vino, recreando la llegada del Ribeiro desde Ourense hasta Santa Clara, y de ahí a la plaza de la Herrería donde se celebra el mercado. Bueyes, vacas, ovejas, caballos... son protagonistas en esa jornada, uno de los principales atractivos de la fiesta.
Animales reales, pero también mitológicos forman parte de la edición de este año. Las cocas, los dragones, los grifones... serán algunos de los animales monstruosos que se podrán ver en la Feira Franca, y que envuelven a la fiesta del áurea de fantasía propia de la época. Pontevedra revive en las gárgolas que cuelgan de los principales edificios eclesiásticos de la ciudad como en Santa María, esa mitología de animales, monstruos y bestias.