Beiras deja la primera línea política en una asamblea nacional de Anova en Pontevedra con bronca incluida
Por Natalia Puga & Diego Torrado
Hace tiempo que Xosé Manuel Beiras responde a las preguntas de la prensa sobre su futuro político asegurando que está "nun epílogo". Él mismo recordó este sábado en facultad de Ciencias Sociales de Pontevedra que a esas insistentes cuestiones de los periodistas ha respondido últimamente que "non había ningún capítulo despois".
A pesar de las reservas con las que todos han tomado siempre esas palabras que sonaban a despedida, el histórico dirigente nacionalista ha dado finalmente ese adiós a la primera línea política. "Ese epílogo remata agora", aseguró en su último discurso como portavoz nacional de Anova.
La despedida se ha oficializado este sábado con motivo de la III Asamblea Nacional de Anova, en la que se ha votado una única lista para renovar la dirección de la agrupación política nacionalista, encabezada por el diputado Antón Sánchez y que ha salido respaldada con un 82,3% de los votos.
El nombramiento de Sánchez como nuevo portavoz nacional aún no es oficial, pues se ha elegido la coordinadora y ahora tiene que ser este órgano el que nombre a portavoz, pero ya es oficioso y, de hecho, salió de la asamblea vitoreado a gritos de "Antón, Antón". Tras su discurso de despedida, fue la primera persona en abrazarse a Beiras, que le ha dado todo el respaldo desde el principio del proceso.
La importancia de la asamblea no es baladí, de ahí que llame la atención la bronca, con gritos, empujones y golpes incluidos, que se produjo entorno a las seis de la tarde. La protagonizaron dos militantes del Frente Popular Galega (FPG) de Cangas y acabó implicando a un nutrido grupo de asistentes a la asamblea e incluso fue necesaria la intervención de figuras conciliadoras como la del alcalde de Santiago de Compostela, Martiño Noriega.
Durante la intervención de un portavoz de Anova en Ourense, Beiras pidió la palabra y defendió la importancia de la unidad popular que supone En Marea y, al mismo tiempo, su trayectoria nacionalista. La respuesta general fue de ovación -como casi todas las que tuvo este sábado-, pero la nota discordante llegó cuando un militante de la FPG mostró su desacuerdo.
En la sala estaba también una de las figuras más representativas de la FPG, el político y escritor Xosé Luis Méndez Ferrín, que se desvinculó del comportamiento exaltado del militante de la bronca dando un fuerte abrazo a Beiras. Pero ni ese abrazo ni la ovación de la mayoría del público consiguió evitar la ya inevitable bronca. Un miembro del colectivo Xeira reprochó la actitud al que había replicado a Beiras desde otro punto del auditorio y se desató el enfrentamiento, primero verbal y luego con empujones y, según algunos testigos, incluso con patadas. Mientras, desde la mesa de la asamblea pedían "respeto" y calma.
El incidente duró apenas unos minutos y poco después se retomó la tranquilidad en el auditorio de la facultad. Justo dos horas después, a las 20.05 horas, llegaba el momento culmen de la jornada, con el discurso de despedida de Beiras como portavoz nacional. Fuentes de Anova insistieron en que ese tono de despedida que él dio a su intervención tiene todo el simbolismo posible, pues a menos de un mes de cumplir 81 años -nació el 7 de abril de 1936-, resulta complicado que vuelva a ser portavoz nacional de ninguna agrupación o tenga una intervención activa en ningún proyecto político.
A modo de despedida, tras dar un repaso al discurrir políticos de los dos últimos años y al camino que ha recorrido el proyecto político de En Marea y de las mareas populares de todo el territorio gallego, Beiras pidió a sus compañeros -unos 200 presentes en la sala- que Anova tiene un nuevo camino por delante, "ser o auténtico motor nuclear de En Marea". Eso sí, también les advirtió que no conviene "pretender hexemonizar" esos movimientos de unidad popular.