Los alumnos del Carlos Oroza buscan financiación para ampliar su huerto con un invernadero
Por Oskar Viéitez
El CIFP Carlos Oroza, desde hace tres años, dispone de un huerto escolar que nació gracias al trabajo desinteresado de varios profesores como una pequeña reforma de un patio olvidado y que se destinó al cultivo de hierbas aromáticas. Hoy ocupa una extensión de más de 200 metros cuadrados y allí se cosechan hortalizas, hierbas aromáticas, frutos y flores comestibles que los alumnos utilizan para sus elaboraciones de cocina.
Todos los cultivos tienen como destino el restaurante pedagógico, de manera que se cierra un círculo productivo que se ve reforzado con la elaboración de su propio compost cuyo destino es la huerta escolar.
A partir del próximo día 13 de febrero el alumnado de este centro se enfrentará a un nuevo reto: un proyecto de crowdfunding para obtener la financiación que permita realizar determinadas inversiones de mejora del huerto educativo. Este proyecto fue seleccionado por la Fundación Triodos para formar parte de la iniciativa "huertos educativos ecológicos" y con él se pretende que el alumnado conozca y ponga en práctica real el funcionamiento del crowdfunding como alternativa de financiación de un proyecto de emprendimiento.
El crowdfunding es un sistema de financiación colectiva que permite a cualquier creador de proyectos reunir una suma de dinero entre muchas personas para apoyar una determinada iniciativa. A cambio, cada cofinanciador recibirá una recompensa no monetaria en función de la cantidad aportada. Si se consigue la financiación deseada, los fondos recaudados en este proyecto se destinarán a la instalación de un sistema de riego por goteo, puntos de iluminación, herramientas y ropa de trabajo, y un invernadero climatizado.
Este huerto no es solo una forma de abastecer la despensa del CIFP Carlos Oroza, sino también una forma de aprender. Con esta iniciativa se trata de inculcar en el alumnado un sentimiento de responsabilidad y valorización del producto. Se está comprobando que los alumnos que entran en contacto con la huerta aprecian y aprovechan mucho más sus productos, permitiéndoles además investigar y descubrir el momento idóneo en que cada uno debe ser recolectado, y dándoles la oportunidad de que se les pueda enseñar a cultivar y tratar nuestras materias primas de una forma ecológica y sostenible.
Únicamente se disponen de 40 días para conseguir la financiación, así que la ayuda de todos es fundamental.
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