Catorce alumnos convierten al Centro de Arte de Sanxenxo en un punto de encuentro creativo
Por Redacción
Profesores altamente cualificados y alumnos con la libertad de acudir a clase con flexibilidad de días y horarios. Eso es lo que ha convertido el Centro Municipal de Arte de Sanxenxo en un taller abierto de producción, o de creación artística.
Un total de catorce alumnos adultos están inscritos actualmente en él y reconocen sentirse plenamente identificados con un modelo de enseñanza que se adapta a las necesidades y demandas de cada uno de ellos, lo que les permite avanzar en sus estudios y perfeccionar sus técnicas.
El Centro Municipal de Arte, ubicado en un amplio y luminoso local en el Pazo Emilia Pardo Bazán, abre sus puertas de lunes a jueves de 12.00 a 14.00 horas y de 19.30 a 21.30 horas. Y cada uno de sus alumnos decide cuándo acude a clase.
Diego Vites, uno de los primeros profesores del Centro de Arte, ha vuelto a sumarse a la plantilla docente y, por tanto, a orientar el trabajo de los alumnos, algunos con un marcado gusto por la pintura y otros totalmente profanos en esta disciplina.
"A pintar pódese aprender e é máis sinxelo do que pode parecer", asegura. Y para lograrlo, tiene un método también sencillo: comenzar por pintar bodegones y continuar con pinturas que modifiquen la realidad. Una evolución que también se sigue en la técnica pasando de los carboncillos iniciales a los lienzos, y de los colores primarios a ampliar la paleta de colores.
Y en lo eficiente de este método coinciden la totalidad de los alumnos. Manuela Martínez es una de las veteranas. Su trayectoria profesional estuvo siempre vinculada a la creación pero había relegado su gusto por el dibujo a un hobby que practicaba en su casa.
"La pintura siempre ha sido mi vida pero en los tres años que llevo viniendo aquí he aprendido muchísimo". Pero al margen del aprendizaje para Manuela Martínez pintar supone un importante complemento vital. "Me falta algo si un día no puedo venir aquí".
Lo mismo le ocurre a Gerardo González, vecino de Portonovo, que recomienda a quien tenga un cierto gusto por la pintura acudir al Centro Municipal de Arte. "Recoméndollo totalmente a calquer veciño, non só porque se pode aprender a pintar con máis facilidade da que calquera pensa senón tamén polo bo ambiente que hai e o compañeirismo que temos".
Este aspecto también es importante para Sebastián Silva Lema, vecino de Sanxenxo y alumno del centro desde hace siete años. Muestra con orgullo sus trabajos y la evolución de estos años, en los que pasó de hacer dibujo en casa, a lápiz, a trabajar el óleo y conseguir resultados de los que se siente satisfecho.
A Sebastián Silva le gusta participar en las exposiciones colectivas que el Centro Municipal de Arte organiza periódicamente porque "me gusta que mi trabajo lo vean otras personas y que lo aprecien". Por ello, no duda en afirmar que "yo animaría a la gente a venir a estas clases. Los profesores son fantásticos y el ambiente es muy acogedor. Esta actividad es muy enriquecedora".
Y en este análisis es coincidente Lidia, vecina de Vilalonga a la que la jubilación como docente le ha regalado el tiempo necesario para dedicarlo a una de las aficiones que mantuvo a lo largo de su vida. Ella destaca lo enriquecedor que resulta que sea cada alumno quien marque el ritmo de aprendizaje, disponiendo de un profesor para aclarar cada duda que vaya surgiendo y orientando la evolución, de forma personalizada, de cada alumno.
Para Rosana, vecina de Poio, este es también uno de los principales avales del Centro Municipal de Arte porque "en otras escuelas los profesores te frenan para que vayas al mismo ritmo que el resto de compañeros y aquí no y eso permite avanzar en métodos distintos y marcarte tu propio calendario de trabajo".
Pero para esta joven, a la que le gustaría poder dedicarse profesionalmente a la pintura, uno de los aspectos más importante del Centro Municipal de Arte es el humano. "Esto no es positivo solo por la parte formativa, sino también porque es una fantástica terapia. Pintar en equipo, aprender unos de otros, compartir los temores, y también las dudas es una experiencia muy positiva, que yo recomiendo a quien guste de la pintura y del dibujo".
El Centro Municipal de Arte es, por tanto, una de las principales prioridades de la Concejalía de Cultura, que dirige Roberto Carlos Agís. Dos profesores y la incorporación la pasada semana de un becario, conforman el cuadro docente de esta escuela que, además de formar adultos tiene un espacio formativo propio pensado para los niños. Y además, recuerdan desde el Concello, la inscripción a las clases se mantiene abierta de forma permanente.