Jesús Rodríguez Iglesias "Observador"
Acción Granate
El último partido jugado por el Pontevedra en Pasarón, de triste despedida para los socios y aficionados en general, Acción Granate, repartió un panfleto reivindicativo que cualquier seguidor del Pontevedra suscribiría íntegramente. Las peñas que integran el colectivo solicitan al nuevo Consejo de Administración -si se produce el relevo- consenso, ilusión, cambio, proyecto, esperanza, claridad, dignidad y orgullo, con lo cual estoy totalmente de acuerdo, otra cosa es que todo esto pueda llevarse a cabo si antes no hay relevo en la Sociedad Anónima Deportiva Pontevedra Club de Fútbol, por que el ínclito Mauricio y su séquito no acaban de dar el paso adelante y dejan la poltrona, que por lo que parece les gusta más que a un tonto una piruleta.
Es inadmisible, al menos desde mi punto de vista, que renueven contratos o que fichen nuevos jugadores, así como que decidan los nombramientos de técnicos de cara a la próxima temporada. Todo esto debieran hacerlo aquellos que se hagan cargo de la nave granate, si es que los actuales dirigentes tienen intención verdadera de dejarlo (que lo dudo) para no hipotecarle el futuro a un relevo que se hace imprescindible, pero no sólo en los despachos, sino también, y sobre todo, en el aspecto deportivo. En este campo, peor no se puede hacer.
Por desgracia, el Pontevedra ha estado manejado en los últimos tiempos desde los poderes políticos. Con un "presidente ejecutivo" que ha sido lo peor que pasó por el club, y eso que los ha habido malos. Pero el tal Mauricio se ha llevado la palma en todos los aspectos. No se tiene de pie lo que han hecho con los socios en los últimos partidos. De nuevo se ha cometido la torpeza de abaratar las entradas, agraviando a todos aquellos que han pagado su carné a principio de temporada. Además, esas personas que han pagado un asiento se han encontrado con que, por ejemplo, el día del Compostela tenían su sitio ocupado, por que por no pensar ni se pensó en poner un cartelito en aquellas butacas cuyo número estaba adjudicado a un socio. De ahí, los malos tragos para algunos que tuvieron que enfrentarse a otras personas sin necesidad de hacerlo.
Ha finalizado una nueva temporada con más pena que gloria. Una vez más, le echamos la culpa al empedrado, tanto en el apartado económico como en el deportivo, cuando aquí lo que ha fallado ha sido el Consejo (con su presidente al frente) y el director técnico, otros clubes con menos número de socios detrás han conseguido más objetivos que el club granate. Habrá que esperar otra temporada. Espero que se hagan mejor las cosas y no se vuelvan a cambiar más de una docena de jugadores. ¡Hala Pontevedra!.
20.05.2013