Bernardo Sartier
El día de la cabra
Quién lo diría. Mariano, que no habla su lengua vernácula, empieza a chapurrear el euskera.
Mariano, muy en tribuno, replicó a Rivera que era un aprovechategui. El aprovechategui es aquel que, prevaliéndose de que el Pisuerga cruza Valladolid, utiliza su cauce para irse en canoa a unas bodegas de Verdejo y pimplarse unos blancos. Un palexeiro que no da con sus remos palo al agua: eso es el aprovechategui.
Rivera, últimamente pelín sobreactuado, hace del suceso deceso, del accidente incidente y de la titiritada independentista guerra de secesión.
A Rivera le urgen unas vacaciones del rojigualdismo porque centrifuga en la curva opositora y amenaza con despeñarse por el arcén electoral. Tuve una lavadora -por mis muertos-, que en sus últimos años de vida, cuando centrifugaba, hacía un ruido bestial y saltaba. Un día llegó, en varios "chimpos", a poner en fuga a mi suegra, que cenaba cerca tranquilamente. La lavadora me recordó a Rivera.
Rivera andaba en metisaca con el CIS y el CIS con él, enamoriscados y tal, pero luego del subidón de endorfinas y de la eyaculación oratoria viene la sima de la melancolía y hasta de la cornamenta, y ya sabemos que las cornamentas del CIS rompen la safena. A veces, incluso la ilíaca de la esperanza electoral.
Me quedo con Belén Esteban en "Lecturas". "Lecturas" es como la "Revista de Occidente" de las chonis y de los que aguardan en las salas de espera médicas. A veces en el "Lecturas" sale Tamara Falcó: "¿Sabes? O sea, te quiero decir". Tamara en realidad no dice "¿Sabes? O sea, te quiero decir" sino "¿Saess? O ssea, ti qui ci". Pues en el "Lecturas" sale Belén celebrando en Punta Cana no sé qué. Belén lleva en el pelo lo que parece cogollo de Tudela coronado con un brote de endivias; la cara de Belén, hinchada, recuerda la del boxeador que acaba de recibir una tunda de cojones y en ella destacan los labios: dos botillos del Bierzo a los que hubieran inflado con la bomba de aire un de seis ejes. Muy cuqui, Belén. Como Jorge Suárez, el alcalde de Ferrol.
Jorge tiene la mímica y la gestualidad de un misionero africano tierniño y la mirada de becerriño amoroso que implora al ganadero su primer bibe. Dan ganas de adoptarlo (a Jorge, no al becerro). Jorge acaba de conseguir lo que nadie antes en la historia del municipalismo: que le aprueben unos presupuestos después de tres años sin ellos. Un crack. Deberían imponerle la medalla al Mérito en la Gestión. Como a Puigdemont la de oro del nadador. Pero no porque imite a Fhelps, Puchi, sino por conseguidor de la nada: nada de independencia, nada de república, nada de presidencia, nada de gobierno, nada de empresas: nada de nada salvo la posibilidad de unas vacaciones pagadas en Estremera.
Puigdemont nombra ahora a Quim Torra y algo hemos ganado, porque al menos Torra está lejos de la torrija, que es la que hace tiempo llevan sobre el entramado neuronal los indepes.
Otro al que deberían condecorar pero por alumno aplicado de Darwin es al "jemad" Julio Rodríguez. El hombre, según Darwin, evolucionó desde el mono y el podemita, según Monedero, desde el generalato. Cuando lo de Irak Julio desfilaba con la cabra de la legión, muy marciales ambos y bordando el paso de la oca. Pero ahora Julio se ha pasado a Podemos y ya no gasta suela. Julio se ha llevado a la cabra al campo y ha convertido a la cabra en una vegana que solo como algarrobas y pastos de primera.
Ferreras entrevistó en la Sexta a la cabra que le dijo que en los productos ecológicos está el futuro. La cabra aprovechó su momento de gloria, seguramente adoctrinada por Julio, y pidió el voto para Podemos, el partido de esos rapaces anti todo de los que Arturo Fernández decía que se vestían fatal. A veces no se visten fatal pero le dicen a la bofia usted no sabe con quién está hablando, o se olvidan de pedir una compatibilidad o cobran una beca sin rascarla o se olvidan de dar de alta a un asistente o venden un piso de protección oficial o llaman Pantuflo a Inda, pero aquí yerran porque Inda de lo que tiene cara es de general sudista a lomos de un chotuno exhausto que porta en las faltriqueras un "feixe" de Videos de Primera.
Ferreras, que le da a Verstringe los minutos basura para que le rellene el programa, le dijo el Día de la Cabra que entendiese que el cornígero tenía preferencia. Verstringe lo entendió. Donde está una cabra que se quite un politólogo.
Termino con Mariano, que le escribió a la Griso un tratado acelerado de marianología. La marianología es ciencia consistente en parecer que dices algo cuando en realidad estás asomado al vacío de un agujero negro. Recuerda la marianología a la cocina de Adriá: está todo muy bueno pero no comiste una carallo. Reparen si no: "Lo que no me gusta me disgusta" y, superándose a sí mismo, "lo de aprovechategui me salió así, pero no sabía que era vasco". Yo tampoco, Mariano, yo tampoco.