Pedro De Lorenzo y Macías
Nuestra Galicia: Su alma, su morriña
Ya están en olvido dos grandes intelectuales de nuestra Meiga Terriña. Los dos nacieron en Orense en los años 1880; los dos estuvieron en Argentina, en distintos años, haciendo grande esta hermosa tierra.
Otero Pedrayo en 1947 dio diversas conferencias en Argentina, donde surgió la gran nostalgia de su tierra "Historia de Galicia". La obra que más impactó en mí, es "Guía de Galicia", en la cual desnuda y expone con sencillez el "Alma de Galicia" sobre el 1945. Hace una referencia a Rosalía:
Sin ela vivir non podo,
Non podo vivir contenta,
Qu’adonde quiera que vaya
Cróbreme unha sombra espesa.
Con esta sencillez surge el "alma gallega": No se esconde al que la busca con amor, con sinceridad; es tímida, saudosa, nostálgica. No se exhibe en modernas ciudades, en foros de importancia. Está en los valles decorados por viñas; en las aldeas idealizadas por el misterio de los cruceros; en las costas bravas, entre la fuerza eterna del mar y la energía de los valientes, sencillos pescadores que arriesgan sus vidas por el sustento; bajo la sombra de románicos pórticos; en todos los lugares donde la vida hace un alto para dejar oír un momento la palpitación de la raza.
Estos pensamientos sencillos, llenos de profundos mensajes de nuestro espíritu gallego: está en la sencillez, está en el respeto, está en el espíritu de los que aman de verdad a nuestra Galicia. Muere en Orense en 1976, dejando un gran patrimonio cultural.
Fotografía: © Miguel Selas Canga
Antonio Rey Soto. Su inquietud intelectual le llevó a ser embajador de la cultura hispánica en América. Casó a Castelao, y fue en su ayuda en Argentina cuando su amigo era atacado por la ceguera. Muchas idas y retornos, portador de su amor a su tierra gallega, a sus amigos. En este claustro paseó algunos años, enamorándose de él. Recordaba las angustiosas etapas de su caminar y deseó que le enterraran en el Claustro de las Procesiones del Monasterio de Poio. Desde 1966 descansa en sus sueños.
Nos deja en sus escritos, ya en español, ya en gallego, su filosofía: Entre su sombra y soledad le acompañaba su amor a Galicia… A los atardeceres sentía "morriña". Solo, lejos de nuestra madre, Galicia, surge de su alma una "Cantiga de Amigo". Denotando que es una aportación de nuestra cultura, ante las reivindicaciones árabes.
CANTAR D’AMIGO.
"Escoita, meu amigo,
e se podes pensar un pouco, pensa.
Da misma banda d’onde ven o día,
d’a noite ven a tebra.
Pero, co-a lús d’amanecida, encóbrense
todiñas as estrelas,
que soilo volverás a ver de novo
cando a noite s’acerca…
E digo mal, veralas si n’hay nubes
espesas que chas celan…
¡Oh día, a vida; a noite, a morte, amigo!
Pensa, si podes… Pensa.. Pensa… Pensa…
¡A mesma Mán, o abirse, derrama a lús y-a tebra".
Alfonso X el Sabio, en el siglo XIII, reconoció el romance castellano como lengua oficial de sus reinos. La lírica se escribía en nuestra hermosísima Lengua Gallega; desterrada, en el reinado de los Reyes Católicos. Rey Soto reivindica la Canción de Amigo como genuina de nuestra anterga Cultura. Sus aportaciones son muy amplias en todos los géneros. Escribió en Español, lengua vinculada a la hermandad de pueblos americanos. Pero su sentir es de sangre, de ingenio gallego. Pedro de Lorenzo y Macias