Pedro De Lorenzo y Macías
El Tambo, "consternado y confuso"
Fotografía: @Miguel Selas Canda.
Todo el verdor del misterioso Monteleón (Castrove) se extiende hipnotizado, cautivo de tu tentadora belleza, hasta las riberas, que el mar mina, embelesa. ¡Estás de cine! ¿Caprichosa o molesta?
"Me confunden como tortuga, como cachalote. ¡Bien está! ¡Mentirosa, no! Cuento lo que han escrito de mí. Hay tantas opiniones qué ya se duda sí son leyendas, mitos o invenciones. ¡No me preocupa! Dicen algunas personas que hubo asentamiento de etnias, antes de nuestra era. He buscado, no encontré datos escritos, pero si varias versiones tribales.
He de manifestarte que el "Agua" es una de los pilares panteístas de los celtas, símbolo de vida, de salvación, de curación. También para los esenios: "Era una puerta para liberarse de las ataduras terrenales hacia una nueva vida de Valores Espirituales". A San Juan y Jesucristo los consideran esenios.
En mis dominios existían grades piedras, árboles, fuentes, mar... Lugar idóneo para los celtas. Un comentario. Había un istmo de arena que me unía con la Lanzada. Las estúpidas peleas de la ría y corrientes marinas lo destrozaron. Plasmamos un comentario ya griego o romano. ¡Discutid vosotros!
Me apodaron chalote y tortuga, siendo cobijo de Poseidón. Las ninfas, hermosas y endiosadas de atracción a su señor, se aposentaban en las fuentes, mares… Hacían de druidas (curanderas)…, curaban enfermos, alejaban el mal de ojo (espíritu negativo), generando valores positivos.
Señala que una ninfa, al oscurecer llamaba a un toro, animal sagrado, que trasportaba muertos hacia ellas, enlazando con el río mítico que lleva a los muertos al mundo desconocido. Dicen que la ninfa era una Moura… Luego lo sacrificaban a Neptuno, para aplacar sus iras. Muchos cronicones. Las leyendas de las Mouras surgen con la Reconquista. En mi seno Prisciliano hermanó el panteísmo cristiano con el Celta.
Celebraba los actos litúrgicos al anochecer, en mi cresta; cantaban, bailaban.. Ofrecían frutos de la tierra al Creador. Tenían veneración al agua, al ocaso, la tierra y el aire, unidos por la energía de Dios. Este motivó que lo decapitasen los católicos, originando una crisis entre los pueblos nativos con la iglesia. Años más tarde, el mensaje humanista de San Martin de Tours, los volvió a hermanar. ¡Ojo, amigo! Muchos cronicones y discusiones encontradas. Filgueira denuncia algunos.
La leyenda que más auge tuvo y tiene es la de San Fructuoso. Los interrogantes y divergencias te las contaré luego. A finales del siglo VI dominaban aquí los suevos. San Fructuoso, fundador del monasterio Feonense (Poio), enamorado de mí, se embarcó con sus discípulos para cortejarme. Embobados por mi misterio de duende, de embrujo, olvidaron amarrar la barca; las caprichosas olas la alejaban. Hubo pavor entre los discípulos. Valerio vio como Fructuoso se arrojó al mar, andando sobre las revoltosas olas, asió la barca y la trajo de regreso. Sus discípulos lo consideraron santo.
Construyeron un cenobio. Queda el interrogante: ¿Cuál de los dos, el mío o el de Poio, fue primero? ¡Pelead, eruditos, pelead!
Lo que hay certeza que el cenobio más antiguo es el de Poio. Al lado está San Martiño, cenobio de monjas; ubicado encima de vestigios celtas. En este se funda la Leyenda de Santa Trahamunda, ya en época más lejana; se trasladó en el siglo XI del dominio árabe hasta San Martiño con una palmera a través del tiempo, en vísperas de San Juan. Unos dicen que apareció aquí, y la mayoría en su convento de San Martiño. Es considerada como patrona de la "Morriña Gallega".
San Fructuoso tenía mucha vinculación con los cistercienses; les cedía los cenobios fundados. Hay va…, una preguntita: ¿A quién le cedió Poio, al Cister o a los Benedictinos? Vete tranquilo. A partir de aquí tengo documentación escrita sobre mi historia. Sé que tú tienes documentos sobre la gran influencia cultural, histórica que tuvo el Monasterio de Poio, hasta la llegada de Mendizábal".
Gracias, amiga. No molesto más. Ya por atenderme despertaste celos y me pusieron a caldo.
Pedro de Lorenzo y Macías.