María Biempica
Magia
No debe resultar tarea fácil colorear la magia, aunque afortunadamente para nosotros hay personas que nacen con ese don. La artista Lita Cabellut es una de ellas, y hace que a través de sus cuadros, esculturas o fotografías, apreciemos cada pieza como si se tratase de un nuevo truco de ilusionismo.
El mejor regalo que me pudieron hacer estas navidades (además de un jamón) ha sido llevarme al Museo de Arte Contemporáneo de A Coruña para comprobar de primera mano la belleza explosiva de cada obra de Lita Cabellut. Mis sentidos se agudizaron nada más llegar a las puertas de este augusto edificio, pues cada rincón de su estructura desvela un encanto diferente.
Al adentrarme en el verdadero motivo de nuestra visita, la exposición de Lita “Testimonio”, compruebo al instante cómo el arte de esta artista gitana criada en Barcelona, me envuelve irrefrenablemente con fuerza, llevándome por los múltiples rostros definidos en cada lienzo con una sutileza y una magia que me hipnotiza.
Cabellut pinta inmensos retratos fotorrealistas que no dejan indiferente al espectador. Rostros hiperrealistas que muestran un dominio de una técnica innovadora en la que a través de un craquelado, Cabellut consigue dar vida propia a sus personajes.
Sus trazos desgarrados y llenos de vida evocan a los mismísimo Francis Bacon y Lucien Freud, dos de sus reconocidas fuentes de inspiración. Dichos trazos de vivos colores que parecen mostrar un cuadro neurótico de la propia Lita, contrastan con la delicadeza poética de sus retratos, muchos de los cuales nos recuerdan a Rembrandt. El esplendor y la fuerza de la obra de Cabellut hacen que sea la artista femenina española más cotizada, de cuya magia les invito a disfrutar.