Cristina Ogando
Las tradiciones de cada año
Parece mentira que ya estemos en diciembre ¿no creen?
Hace nada que estábamos con manga corta disfrutando del sol, las terrazas y del calor… bueno, en realidad eso fue la semana pasada. Esos pequeños detalles que nos trae la sequía.
Pero no. Es diciembre y es increíble cómo ya hemos vuelto a esa gloriosa época del año. Ya saben. Esa en la convertimos las ventanas de las casas en discotecas con luces, damos vueltas como pollos sin cabeza comprando regalos de última hora, nos peleamos con la señora de enfrente porque se ha llevado el marisco que estaba de oferta y comenzamos a tomar el turrón sin sentirnos culpables, a pesar de que llevemos dos meses comiéndolo ya (de verdad, cada año los supermercados ponen antes esas tentaciones del infierno).
Exacto, es Navidad.
¿Y qué les dice a ustedes la Navidad? Porque esto, como todo en la vida, significa algo diferente para cada persona o hay algo que le guste más que a otros. Además de que depende de la edad.
Para los niños significa escribir la carta a los reyes a toda pastilla y esperar los regalos bajo el árbol. Cuando ya eres adolescente, estas fechas suelen conllevar unas molestas cenas y un tira y afloja con los padres para poder salir en fin de año, y con los amigos para elegir plan para dicha noche. Y cuando eres adulto, la Navidad puede significar tantas cosas. Puede ser la última fecha que pases con tus familiares más anciano, nuevos memes o bromas chungas que te pasen por What’s App (todos recordamos al «negro» del año pasado), llamadas incómodas con parientes con los que no hablaste en todo el año. O estrés. Se da mucho en esta época.
Pero a donde quiero llegar es que, la razón por la cual significa algo distinto a cada persona, viene por la tradición.
A lo mejor en sus casas son más de belén que de árbol, de mazapanes en vez de polvorones o tienen sus propias costumbres únicas para estas fechas que ninguna otra casa comparte. Y creo que, al final, cuando ya han pasado todas esas fechas importantes, es lo que siempre recordamos. Es muy posible que cambien de un año para otro. Los años están llenos de alegrías y desgracias que pueden marcar la diferencia en estas tradiciones. Pero lo importante para cada uno de nosotros siempre prevalece al final.
¿En mi caso? Solo existe una tradición que realmente me importe, aunque a muchos les puede parecer superflua. Comer y compartir la única tableta de turrón Suchard que pisa mi casa.
¿Y ustedes? ¿Cuáles son sus tradiciones?
Felices fiestas por adelantado.