Manuel Pérez Lourido
Va de perros
El perro común procede del lobo (canis lupus). Es una especie de lobo un poco empanado, para entendernos. Destaca la agudeza de su oído y la de su olfato. Estoy escribiendo obviedades porque el perro es el animal más obvio que existe, lo cual es una de sus mayores virtudes.
Se cree que el perro fue domesticado por primera vez en China y eso demuestra que el carácter emprendedor de los chinos viene de antiguo, y también se cree que la iniciativa de convivir con los humanos procedió de los chuchos, que así tenían menos dificultades para procurarse alimento. A cambio, se empanaron: empezaron a levantar la patita a una orden del amo y a responder a un nombre ridículo y a recoger con la boca cualquier objeto que se le arrojase.
Hoy en día la principal misión de un can consiste en la lucha contra el sedentarismo de sus amos. Cuando un perro llega a un hogar, se desata dentro de este una batalla soterrada que luego aflora mediante gestos, muecas y palabras subidas de tono, cuyo fin es hallar una víctima que inmolar: aquel o aquella que se encargará de sacarlo de paseo para que pueda hacer sus necesidades en la vía pública y proporcionar al sufrido paseante del animal la conmovedora experiencia de recoger sus excrementos en una bolsa y buscar la forma de librarse de ellos cuanto antes. En los hogares donde hay niños, que generalmente desempeñan un papel decisivo a la hora de traer el perro a casa, son los padres los que se encargan del cuidado de este, una vez superado en entusiamos inicial de su prole, que no suele ir más allá de los dos primeros días.
Existen todo tipo de razas de perros, que dan lugar a distintas apariencias atendiendo a tamaño, peso, morfología, color y tipo de pelo, etc. El mestizaje entre razas multiplica las opciones. Existe también una clarísima explicación psicológica para la elección de un chucho grande o uno pequeño, pero que me parta un rayo si sé cuál es. Ahí queda el asunto, al menos.
Todos tenemos nuestras preferencias en cuanto a razas caninas. Servidor prefiere los canes llamados en Galicia "de palleiro". Servidor es devoto de Celso Emilio Ferreiro, que se refirió a sí mismo como "meu vello can de palleiro" y eso ya ha quedado como referencia. Asimismo, el "perro flaco" al que cantó Santiago Auserón en su debut discográfico como Juan Perro es otro clásico en cuanto a afectos personales.
Igualmente, existe un gran número de refranes y dichos que toman al perro como ejemplo. Nos decantaremos por el gremial "perro no come perro" y el desdichado "a perro flaco, todo son pulgas". Se podrían escribir miles de cosas sobre el perro, miles de páginas y de libros. Y así se ha hecho. Esta breve semblanza no pretende ni siquiera ser un grano de arena en ese acervo, más bien tiene vocación de grano en el culo de la historia perruna. Salud.