José Antonio Gómez Novoa
Memoria
He visitado hace pocos días un lugar que les recomiendo, la Isla de San Simón. Un entorno que cautivó a Julio Verne, y que debiera ser, visita obligatoria para todo ciudadano español y sobre todo nuestros hijos, nietos.. Esta isla, antiguo lazareto (servía para supervisar el tráfico marítimo y acoger en cuarentena a las personas que llegasen enfermas o con sospechas de provocar contagios) de las tripulaciones procedentes del Atlántico Norte, fue, desde octubre de 1936 a marzo de 1943, uno de los mayores campos de concentración y de exterminio de presos procedentes de todo el territorio español.
Llegó a concentrar a 6000 presos. Significó para el franquismo, represión, tortura y muerte, y no sólo para aquellos que estuvieron involucrados en la guerra, sino también para los librepensadores, profesores o cualquier persona que era señalada por algún simpatizante de los “ganadores”. Con sólo acercarse al lugar y ver las fotos de la época nos daremos cuenta de la magnitud del exterminio.
Miles de personas con unas condiciones de vida paupérrimas. Dormían amontonados. La sensación de que la muerte acechaba en cualquier esquina, agarrotados por la hambruna, la humedad, los piojos (se puede ver una escena en un mural dónde los presos intentan deshacerse de un inquilino tan desagradable). Y lo más doloroso ocurría, cuando de noche llegaba algún barco que seleccionaba a alguno de los “condenados” para llevárselos a tierra para ser fusilados.
No sabías si tú podrías ser uno de los elegidos. Cualquier día de la semana incluso podías ser fusilado en el frontal del cementerio (se pueden ver los agujeros de la munición). Bueno, excepto los domingos que el capellán y los verdugos iban a rezar.
Cuando nos hablan de la necesidad de hacer borrón y cuenta nueva sobre la guerra civil, amparándose en que lucharon dos bandos, y que tanto unos como otros cometieron atrocidades, que no ganamos nada removiendo la sinrazón y excavando en las tumbas, que el olvido es necesario para seguir avanzando; nada mejor que una vista a éste espacio protegido, no sólo por su belleza sino por lo que significa.