José Benito García Iglesias
El monasterio de Lérez
El pasado martes día 11 celebramos, como dice la copla, la festividad de "o santo mais milagreiro, San Benitiño de Lérez".
La fundación del primitivo monasterio, dedicado al Divino Salvador y de la orden de San Benito, tuvo lugar en el año 886, según el distinguido historiador P. Bugariños. Esta es la primera referencia documental de la comarca y se refiere a la fundación de este monasterio por don Ordoño II y por doña Elvira.
En el 916 se menciona por primera vez la torre de Cedofeita (Citusfacta), en las proximidades de Alba, en un texto de donación de unos terrenos de Ordoño II al Monasterio de Lérez, y en 1141 se menciona, en una escritura del monasterio de Lérez, el tramo final del río haciendo alusión a Pontis Veteri como lugar.
La imagen de tan "milagreiro" santo se encuentra en la iglesia parroquial de San Salvador de Lérez.
Esta iglesia, muy posterior en su construcción a la fundación del monasterio pues es del siglo XVIII, es de estilo neoclásico con elementos barrocos, formada por una sola nave rectangular. Su fachada fue rematada, según consta inscripción en números romanos, en MDCCXLVIII (1748). Está compuesta de un cuerpo central con dos torres cuadradas a los lados, rematadas en un casquete cónico con ventanas semicirculares. Sobre la puerta principal hay una imagen de San Benito.
Actualmente se dedica a iglesia parroquial, y el resto a casa rectoral, celebrándose en dicho templo varias fiestas solemnes durante el año, a las cuales concurre gran número de personas, especialmente a las dos celebraciones en honor a San Benito (21 de marzo y 11 de julio).
En 1112 debido a las tensiones existentes entre el arzobispo Gelmirez y Mauricio, arzobispo de Braga, el monasterio fue elegido para consagrar a Hugo como obispo de Oporto y a Munio Alfonso como obispo de Mondoñedo.
Dada la buena marcha del monasterio disponían de una cantidad considerable de vino de la tierra, el denominado "ullao", fruto de los foros y diezmos cobrados en su coto, y lo vendían en la conocida como Casa de las Campanas de nuestra ciudad, ya que los monjes benedictinos de Lérez preferían para su consumo el vino blanco procedente de la zona de Ribadavia, de mayor calidad.
En el siglo XVI el monasterio fue reconvertido en Estudio para los monjes de la orden benedictina de la región, tras la unión con la congregación vallisoletana de esta misma orden en 1557.
En 1657 se convirtió en colegio y en 1661 en Colegio de Artes para los futuros monjes, por aquí pasaron como maestros o como alumnos personajes tan insignes como Benito Jerónimo Feijoo y Martín Sarmiento entre otros.
En 1836, con la Desamortización de Mendizábal, los monjes fueron exclaustrados de modo definitivo y todas sus posesiones vendidas. A finales del siglo XIX el Padre Juan Arribas ayudado por los monjes del monasterio de Samos intentó rehabilitarlo, al igual que en la década de 1950 también lo intentó en arzobispo Quiroga Palacios, pero sin resultado positivo, no volviendo a albergar monjes en sus dependencias.