Roberto C. Agís Balboa
La calle de la amargura
El ayuntamiento de Sanxenxo es conocido en Galicia y resto de España, de ahí que lo que aquí pasa muchas veces tiene gran repercusión mediática y por supuesto llega a Madrid. No olvidemos que el señor presidente se pasea por sus calles muy a menudo.
Uno de los grandes problemas que acarrea Sanxenxo desde hace años son precisamente sus calles. Su planificación urbanística a lo largo de décadas se centró en levantar edificios pero no se le dió solución al problema del tráfico y aparcamiento que como bien sabemos es un suplicio cada verano. Hay calles proyectadas y muchas otras cosas en los cajones del ayuntamiento pero que no ven la luz. El actual grupo de gobierno suele recurrir a las excusas de “no hay dinero”, “es culpa del gobierno anterior” o “depende de otra administración (Xunta, Diputación,..)”. Esto vale por un tiempo pero después de casi 2 años de gobierno, ¿ustedes que hacen entonces? ¿Todo lo hacen bien y no hacen nada mal? ¿O simplemente no hacen o no saben hacer?
Aparte de las diversas polémicas que están suscitando el paseo de la Lanzada y el Polígono Industrial en Sanxenxo, ahora le toca a la Ave. Luis Rocafort donde las obras comenzaron hace poco. Según el proyecto, hay varios puntos a lo largo de la calle en los que no se hizo cesión y así quedarán. Hablaron los responsables del concello con todos los propietarios para completar las cesiones? A día de hoy hay unas 140 plazas de aparcamiento y con el proyecto se van a hacer solo 40 aparcamientos (en línea). ¿Alguien se pregunta la respercusión que tendrá esto sobre los negocios ya existentes en esta calle? ¿Por qué no se contemplan aparcamientos en batería como había en el proyecto anterior? ¿Por qué no se hizo la gestión para acabar la obra antes del verano?... Esto tema va a traer cola y provocará colas, nunca mejor dicho.
El dinero hace falta para hacer obras y abrir calles, sin embargo, recordemos que muchas veces hace más el que quiere que el que puede. Para ello, además de hacerse fotos, irse de viaje, y salir a tomar cafecitos y cañitas, hay que hacer mucha labor de gestión. Hay que lidiar con otras administraciones, hablar con los vecinos y afectados por un problema, escuchar sus quejas y no hacer oidos sordos o mirar para otro lado, etc. Esto require tiempo, y por supuesto, trabajo. El concello aporta los fondos para un 30% de la obra. Por lo tanto, creo es más que suficiente para que defienda las demandas de los vecinos y no se escude en que es una calle de la Diputación. Alguién dijo una vez “Quien lucha, puede perder; quien no lucha, ya perdió”. Algunos se harán la pregunta: son las calles de Sanxenxo las calles de la amargura o es este gobierno el que nos lleva por la calle de la amargura? Estoy seguro que habrá diversidad de opiniones como maneras de hacer las cosas.