Edith Gómez
8 pensamientos negativos que te impiden ser feliz
8 pensamientos negativos que te impiden ser feliz
Todos alguna vez hemos tenido pensamientos negativos en nuestra cabeza. Lo preocupante no es tenerlos, sino saber identificarlos, afrontarlos y reaccionar ante ellos, porque estos pensamientos, si no los controlamos pueden llegar a impedir que seamos felices y tengamos éxito en nuestras vidas.
De la misma forma que un mal hábito nos impide sentirnos mejor y estar con más vitalidad, los malos pensamientos también pueden consumirnos y destruirnos. Pero, ¿quién dijo que no podamos vencerlos o cambiarlos?
Para ello, solo necesitamos poner de nuestra parte y tomar la iniciativa de romper con esos pensamientos negativos, sustituyéndolos por otros positivos que nos ayudarán a disfrutar más de la vida.
Lo primero que tenemos que hacer es identificar esos pensamientos que están destrozándonos, los cuales no nos dejan seguir creciendo. Por eso, os comparto estos 8 tipos de malos pensamientos y las claves de cómo combatirlos:
1. Vemos todo negro
Se trata de una especie de bucle al que entramos cuando empezamos a ver algo negativo. Surge un problema y vemos otros problemas donde no los hay. Aunque sea algo positivo, la mente no ve más allá.
Esto puede pasarle a cualquier persona y suele aparecer este pensamiento cuando estamos a punto de entrar en una crisis. Por ejemplo, cuando no nos va bien en el trabajo o incluso cuando tenemos problemas con nuestra pareja. Pero, ¿existe un método para cambiar este pensamiento y no encerrarnos en él?
Debemos evaluar lo importante que es el problema que nos ha surgido y preguntarnos si era para tanto esa negatividad; aprender a relativizar las cosas; y evaluar si hicimos bien en preocuparnos por eso las 24 horas del día. Cuando tengamos un problema de verdad, ¿qué vamos a hacer?
2. Realizamos afirmaciones basándote en evidencias
Tendemos a guiarnos por suposiciones "creo esto y por eso es así". ¿En qué nos basamos para decir esas afirmaciones? ¿Tenemos pruebas que lo verifiquen?
Frases como "no puedo hacerlo porque no sé si podré", limitan nuestra mente con pensamientos destructivos que nos hacen creer que lo sabemos todo, pero no es cierto.
Una mente con límites no nos dejará avanzar en la vida. Y la única forma de acabar con esto es cuestionar nuestras conclusiones y buscar pruebas reales que fundamenten a ese pensamiento.
3. No salimos de la zona de confort
Nos acostumbramos a pensar de una determinada forma y nos resulta muy difícil salir de esa zona de confort, simplemente porque lo desconocido supone un esfuerzo y trabajo. Pero, ¿sabíais que probar cosas nuevas y salir de la comodidad nos ayudan a enfrentarnos a nuevos desafíos y a absorber nuevas experiencias y conocimientos?
Intentemos hacer algo divertido y emocionante, o algo que incluso nos daba miedo. Experimentemos nuevas sensaciones que nunca antes habíamos imaginado y disfrutemos lo que nos estábamos perdiendo por pereza, miedo o cabezonería.
4. Somos extremistas
A veces no todo es o blanco o negro. Esa actitud extremista nos lleva a tener una visión del mundo triste, pobre, potenciando la negatividad en los pensamientos y haciéndonos más inflexibles ante la vida y los demás.
Para cada situación hay varias soluciones, no sola una. Intentar comprender cada una de ellas, será fundamental para diluir los pensamientos negativos y ver que hay muchas más opciones que antes no veíamos.
5. No nos tomamos en serio lo que de verdad queremos
Esto es lo peor de todo porque lo más difícil, que es saber en qué cambiar y hacia dónde ir, ya lo sabemos. Por ejemplo, queremos emprender un negocio y lo tenemos claro, pero no dejamos de poner excusas: no tengo suficiente dinero, tiempo, o el momento no es el adecuado…Siempre hay alguna excusa pero nunca vemos el momento de dar el paso y arriesgarnos.
6. Creemos que no podemos salir de ahí
Todo aquel que haya experimentado algún pensamiento malo, habrá sentido que no puede salir de ese espiral. Pero lo cierto es que los sentimientos no son para siempre y pueden cambiar de un momento a otro.
7. Nos comparamos
Las comparaciones son odiosas, eso no es nuevo. En lugar de obsesionarnos con el éxito que han obtenido otros y no nosotros, dejemos de lamentarnos y centrémonos en nuestros logros y en todos los obstáculos que hemos superado. Valoremos todo lo bueno que nos ha ocurrido e intentemos mejorar para ser los mejores.
8. Nuestra mente no para de pensar
Dejemos de maquinar en nuestra mente e intentemos vivir más el presente. Donde estemos mañana no lo sabremos, así que disfrutemos lo máximo que podamos.
Cuando consigamos controlar esos pensamientos y no sean los pensamientos los que nos controlen a nosotros, entonces habremos conseguido uno de los ingredientes secretos para ser feliz y vivir plenamente.