Milagros Bará
La ruina del comercio en Pontevedra
Si tecleas en Google "plan comercio local Pontevedra" no aparece nada. No hay respuesta. Nadie te espera al otro lado. La conclusión es que no hay ningún plan o, que si lo hay, es tan secreto que no se han enterado ni los comerciantes. Si es que somos "a lo grande", como los de Bilbao, cuando hacemos algo o cuando no hacemos nada, como es el caso.
Mientras Ourense rescata su comercio local a través de itinerarios urbanos, A Coruña impulsando la marca comercio coruñés, nosotros aquí durmiendo la siesta. Somos Atlánticos pero parecemos del Mediterráneo de toda la vida, que por el clima no estaría nada mal.
Los comerciantes de Pontevedra se merecen un Monumento al Mérito en el Trabajo por remar a contracorriente igual que los salmones. Nada se puede hacer ya por los 1.101 comercios que cerraron de 2008 a 2012 según la Federación Provincial de Comercio. Las últimas cifras no las conozco, pero casi prefiero no saberlas.
Porque basta dar un paseo por las inmediaciones del Mercado Municipal para ver la magnitud del problema. Aunque se podría aprovechar y hacer un tour peatonalizado para mostrar las decenas de locales vacíos y abandonados a los turistas. Un poco de historia nunca viene mal. A esta zona ya no bajan de los alrededores de Pontevedra a comprar "a la Plaza" y de paso a los comercios cercanos porque ¡a ver dónde dejan el coche!. Claro! está el parking que "es gratis"! o la bicicleta!, sobre todo para hacer la compra del mes. Lo grave es que es un problema generalizado y no sólo de esta zona.
En las galerías de la Oliva abren y cierran comercios de un día para otro y en uno de los ramales si te encuentras con alguien te llevas el susto de tu vida. Su Facebook está inactivo desde 2011. Para revitalizar no es suficiente hacer un día "una fiesta" allí, que las personas comen todo el año: ¿Fiesta?, ¿quién dijo fiesta?.
Parece un chiste pero un despistado aún tiene a la venta un bajo comercial de 200 metros cuadrados en el extrarradio de la ciudad, en una calle por la que no pasa casi nadie, por unos 700.000 euros que total te los da cualquier banco. Eso sí que es optimismo en estado puro.
Y si antes se desplazaba mucha gente desde o Morrazo para hacer sus compras en Pontevedra ahora, ante la perspectiva del lío de tráfico periférico y la desaparición gradual de lugares donde aparcar, les resulta mucho más cómodo hacerlo en Vigo, y a Pontevedra vienen a dar un paseo y tomarse un refresco. Por algo la mayoría de locales que se abrieron y los que resisten son de hostelería y ocio que tanto nos gusta a los de Pontevedra.
Pero el comercio de toda la vida prácticamente ha desaparecido y con la de parados que hay, a ver quién es el bonito que entra y compra en los que quedan abiertos. Hay algunas iniciativas que funcionan y son los comercios especializados en productos gourmet, que lo de comer es negocio seguro, por algo dicen que es un sucedáneo del sexo, como el chocolate.
El overbooking de bajos comerciales en nuestra ciudad empobrece también a los propietarios que "tardan milenios" en alquilar o vender aunque bajen los precios. Así, la economía en Pontevedra la mantienen los padres de los parados, los abuelos de los parados, los funcionarios y los de la banca que se han librado de los recortes. Y es una pena que ya no esté María "La del Carrillo" porque para recortes sus mariquitas, y de paso le echamos la culpa a ella que desde que desapareció el carrillo ya nada es como antes.
Para solucionar estos problemas se me ocurren varias ideas, pero permanezco expectante a ver qué o quién propone algo con un mínimo de inteligencia y sentido común.