José Antonio Gómez Novoa
Tupper
Nadie lo diría a primera vista, pero aún no he superado a mis cincuenta y tantos la difícil tarea de preparar la comida para llevar al trabajo. Hoy lunes 20 de julio inicio como cada día mi pelea con los tupper, 45 envases con sus correspondientes tapas que aceleran mi ritmo cardíaco y que me provocan una ansiedad que no consigo calmar ni siquiera con la respiración clavicular que me enseñó mi profesora de yoga.
Abro la puerta del mueble de cocina y me encuentro con ellos, unos dentro de otros, encajados de tal manera que para un “crack” como yo son imposibles de separar. Utilizo mi “innata” inteligencia y procedo a buscar alternativas: Dar pequeños golpes sobre la superficie de la encimera, introducirlos en el lavavajillas utilizando el aclarado, rotura del tupper envolvente para ver si separan los demás, calentamiento durante 30 s en el microondas y lo que se presume definitivo, BALCONINGTUPPER, o arrojamiento sin contemplaciones desde el 4º piso.
Después de 59 minutos busco alternativas en Youtube, y es ahí donde encuentro el camino. Un ciudadano peruano después de una investigación durante 4 años que culminó en una tesis doctoral volcó el video demostrativo para que estuviera al alcance de todos los mortales. Os resumo el proceso:
- Depositar los tupper en el congelador durante 10 minutos, y posteriormente
- Calentarlos en el microondas durante 30 minutos, es decir, le entregas energía y consigues que los átomos de los que está compuesto se empiecen a mover dejando espacios vacíos, e inmediatamente se produce un cambio de densidad, aumenta su tamaño y se dilata.
Eureka, lo he conseguido, ahora me queda el encaje de la correspondiente tapa, pero eso ya es un asunto en el que sigo investigando. @novoa48