José Antonio Gómez Novoa
Ventana Indiscreta: Clientelismo
Margot, ha terminado el doctorado, se maneja en 3 idiomas, ha realizado dos master, y tiene esperanza de que su formación le permitirá trabajar en su ciudad o como mínimo en España. Envió 300 curriculum, se presentó en 24 empresas y se sobresalta esperanzada cada vez que suena el móvil y con frecuencia se sorprende acariciándolo como si con este sutil acto facilitara la ansiada llamada.
Intenta ser optimista, estar motivada y segura de que su esfuerzo tendrá una compensación. Su amiga Lúa, siempre presente cuando la necesita y que le transmite ternura y alegría; en este tema es muy pesimista. Hace acopio de la trayectoria de los compañeros de promoción y no atisba un futuro halagüeño en el ámbito laboral.
Recuerda a Margot:
Andrés, terminó la carrera y está trabajando en el negocio de su padre<
Alberto, trabajando como interino en un organismo dependiente de la Diputación (es sobrino del concejal).
Inés, recibió una llamada de una empresa de servicios para trabajar como administrativa. Su padre era militante del partido y acudió al presidente local para que ayudara a su hija.
Ángel, aprobó las oposiciones a sepulturero de su ayuntamiento. Todos dicen que tenía las preguntas del examen el día antes. Su primo es senador del partido.
María, consiguió entrar de bedel en un colegio. Su madre es del partido de toda la vida.
Andrea, es operaria en la empresa de recogida de basura. Su tío es diputado.
Yolanda, contratada como secretaria de un asesor del concejal de distrito. Su padre fue asalariado del partido.
Roberto, es reponedor a tiempo parcial en una tienda de ropa en Londres.
Chelo, es captadora de socios a comisión para una ONG.
Otros 44 compañeros más está inscritos en el paro
Las escucho y me pregunto. ¿Qué hemos hecho para merecer esto?. ¿Qué clase de ciudadanos estamos creando?. No es sólo la esclavitud lo que prima en estos momentos en lo laboral, sino también el servilismo, y lo que es más grave aún el clientelismo; ese intercambio extraoficial de favores a cambio de apoyo electoral que pudre a la sociedad y, que consigue la pérdida de dignidad de las personas.
Una amiga que está en puestos de responsabilidad, me comenta su gran sorpresa, cuando algunas personas le piden algún favor, y le responde que no es posible: las cosas se hacen dentro de la estricta legalidad. El Interlocutor piensa que no accede a su solicitud porque no quiere y está seguro que con otros habrás admitido determinadas cuestiones. Por mucho que intentas explicar, está seguro que se la estás jugando.